Adiós al estandarte de Jémez

Jonathan Viera, tras el 3-1 / Grabiel Jiménez (udlaspalmas.NET)


Jonathan Viera ha sido el futbolista más utilizado por el entrenador desde su regreso a Gran Canaria. El jugador de La Feria se había erigido en adalid de un proyecto deportivo que no ha pasado por su mejor momento esta temporada.

Ya es una realidad. Jonathan Viera se va y la vida, pese a quien se empeñe, no será igual en la isla. El ya ex jugador amarillo ha alcanzado su plenitud y su madurez futbolísticas en Las Palmas. En ese proceso, arduo y costoso para un deportista de talento que ha atravesado varios baches en su carrera, le ha acompañado directa o indirectamente la figura de Paco Jémez.

Entrenador y jugador han compartido vestuario hasta en tres etapas distintas: dos en la UD y una en el Rayo Vallecano. Carácter, garra y espíritu son tres de las cualidades que ambos comparten para conjugarlas en un solo elemento: pasión por el futbol. Y es que los dos, además, ven el deporte con el prisma del espectáculo y de hacer disfrutar a la afición.


En diciembre de 2017 se confirmaba la vuelta de Jémez a la entidad insular. En su presentación no pudo resistir deshacerse en halagos hacia su gran debilidad: “No puede pretender levantar siempre a la gente de la grada, pero es capaz de hacerlo. Ahora es un jugador mucho más maduro, aunque siempre brille con el balón en los pies”.

De ahí en adelante se confirmó que Viera sería el principal argumento del nuevo técnico para lograr la permanencia. De hecho, el flamante fichaje del Beijing Guoan lo jugó todo con Las Palmas desde el regreso del que ha sido, prácticamente, su padre futbolístico: 7 partidos en total (6 de Liga y 1 de Copa) en los que ha sumado 2 goles de penalti.

Libertad en el campo

El principal obstáculo que estaba encontrando Jonathan Viera con los anteriores entrenadores era la falta de libertad en ataque. El mediocampista grancanario se siente más cómodo cuando juega adelantado, si bien con Márquez y Ayestarán se vio obligado a jugar en posiciones más retrasadas para abordar labores de construcción.

Sin embargo, Jémez entendió que liberar a Viera era condición indispensable para solucionar parte de los problemas ofensivos. De este modo, la incorporación de jugadores como Peñalba o Etebo hizo que esas labores estuvieran cubiertas y el de La Feria se limitara a crear desde la mediapunta. Ahora, Las Palmas se queda sin el mago que agitaba la varita cuando el equipo lo necesitaba.