El zaguero granadino ha llegado a la UD para convertirse en el hombre más importante de la zaga. Además, con la baja de Bigas tendrá que dar otro paso al frente para liderar la línea defensiva de la escuadra de Paco Jémez.
Se busca mariscal. Objetivo: Liderar la zaga de la UD Las Palmas. La baja de Bigas dejó a la defensa amarilla algo tocada, pero la figura de Alejandro Gálvez, que ya ha desplegado y demostrado capacidad, deberá emerger para salir al rescate. El central andaluz ha sido, seguramente, el mejor fichaje insular durante este mercado de invierno y su siguiente misión es la de convertirse en el líder de la línea defensiva.
El jugador cedido por el Eibar ha realizado muy buenas actuaciones con la camiseta insular; desde que aterrizase no ha parado de dejar claro que puede ayudar mucho al equipo y sus partidos han sido bastante notables. Quizás, uno de los pocos encuentros durante estuvo lejos de su mejor versión fue el de Girona, pero es evidente que el rendimiento de Gálvez ha sido óptimo en el amplio sentido de la palabra.
Su buen criterio a la hora de jugar el balón desde atrás, su personalidad, su capacidad de mando y su olfato para ir al corte tanto por arriba como por abajo le han transformado en una pieza indispensable para Paco Jémez. Todas esas virtudes le ayudarán a asumir, ahora que está Bigas lesionado hasta final de temporada, el mando absoluto de una zaga que ante la convalecencia del balear está necesitada de un nuevo líder.
Aunque la UD tiene que mejorar su ataque, mantener la entereza defensiva mostrada en los últimos partidos va a ser clave para la permanencia. Jémez ha conseguido que la mejora atrás sea palpable y Gálvez ha tenido un papel trascendental ahí, una cuestión que le ha llevado a dar un paso al frente y que le llevará a dar otro cuando su equipo le reclame. El granadino es un seguro de vida y ahora le toca asumir el mando de la zaga.