El conjunto de Luis Casimiro no cuajó un buen encuentro y se dejó llevar por el ritmo que marcó durante el encuentro el cuadro ruso, una cuestión que quedó solapada por la nefasta actuación arbitral. El mal porcentaje en los lanzamientos exteriores y un tercer cuarto para olvidar, terminaron por cerrar el cruce.
El inicio del encuentro estuvo marcado por el ritmo impuesto por el conjunto ruso. El Lokomotiv estaba siendo capaz de dominar esos primeros minutos sobreponiéndose al empuje del público amarillo y jugaba su partido con tranquilidad. A pesar de ello, el Granca se mantuvo bien en atrás y eso le ayudó a igualar fuerzas, evitando males mayores tan pronto. En ese sentido, los ataques grancanarios estaba siendo algo espesos y la gran defensa de los rusos les impedía desarrollar ese juego tan vertical (15-15).
El dominio de los hombres de Obradovic continuó en la reanudación, pero el Gran Canaria no dejó de intentarlo. Aun así, el cuadro claretiano no estaba cuajando su mejor partido y eso se notaba; el ritmo Loko impedía a los insulares coger sensaciones en un punto donde, con la defensa rusa tan cerrada y tan dura, había que empezar a generar a través de penetraciones que abriesen hueco a tiradores, pero no había acierto (35-37).
El descanso le dio a los de Krasnodar el empujón que necesitaban para tomar una ventaja importante. El Granca estaba tocado y algo desquiciado por un arbitraje un tanto extraño que ya fue protagonista en la primera mitad. Sin embargo, en un tramo de partido a Kulagin le salía prácticamente todo y a los amarillos no les salía nada, llegando a encadenar seis minutos sin anotar. La pájara apareció en el peor momento (44-56).
Cuando a los isleños les tocó ir con todo para remontar, otra vez el arbitraje influyó hasta el punto de sacar de quicio a público, jugadores y cuerpo técnico. Los hombres de silbato quisieron llevarse un poco de protagonismo y destrozaron por completo el choque. Con el ego subido, los colegiados expulsaron a Luis Casimiro tras un show de faltas en ataque a favor del Lokomotiv que, sinceramente, no les hacía ninguna falta.
La realidad es que los rusos fueron mejores y lo demostraron, cuajaron un partido muy serio en defensa y el Granca no fue capaz en ningún momento de cambiar la dinámica en casi ningún momento. El mal porcentaje en el tiro de tres puntos y un tercer cuarto para olvidar, enterraron las opciones de los claretianos de forzar el tercer partido. Además, cuando no puedes parar a un jugador como Dmitry Kulagin lo acabas pagando (59-80).
De esta forma un tanto fea se terminó la trayectoria en Eurocup de un Herbalife Gran Canaria que se encontró con la más fea en mitad del camino hacia la final por causalidad y no por casualidad. Aquella derrota ante el Asvel en la primera fase o ante el Galatasaray, ambos jugando como local, obligaron a los amarillos a encontrarse de frente con un coco como Lokomotiv Kuban que es el justo vencedor de la eliminatoria.
