El meta palentino ha tenido que sobrevivir una y otra vez a constantes lesiones de rodilla que le han querido alejar del estrellato. Sin embargo, ha conseguido levantarse cada vez que ha caído al suelo y su rendimiento ha sido espectacular.
El deporte está lleno de historias de superación. Atletas que se van y vuelven o que se caen para volver a levantarse. Deportistas que sufren lo peor de su profesión y que renacen para volver a jugar. Un ejemplo claro es el de Sergio Asenjo, quien este domingo a las 17:30 visitará el Estadio de Gran Canaria para medirse a la UD Las Palmas con el objetivo de ayudar a su Villarreal a competir en Europa el próximo curso.
Lo cierto es que el portero ha tenido que vivir en sus carnes cuatro roturas de ligamento cruzado anterior, tres en su pierna derecha y la última en la izquierda. Las imágenes del futbolista nacido en Palencia en suelo gritando de dolor estremecen a cualquiera que se precie, no sólo porque estas lesiones han llegado en momentos de juego muy buenos sino por esa personalidad tan impecable que siempre ha mostrado el guardameta.
A pesar de ello, Asenjo ha resucitado y ha vuelto siempre a un mejor nivel. Los constantes parones no le han impedido hacer historia con el Villarreal, donde ya es el segundo portero con más partidos en LaLiga vistiendo la camiseta groguet, y tampoco le han dejado fuera de la cabeza de los seleccionadores nacionales de turno. Su perseverancia y su negativa a rendirse le han convertido en un ejemplo de superación.
Aunque este domingo vaya a enfrentarse a la UD, es de recibo señalar que el portero del ‘Submarino Amarillo’ es uno de esos rivales con los que es bonito medirse y a los que es de agrado recibir en un campo. Profesional impecable y jugador de honor, Sergio Asenjo es uno de esos futbolistas a los que es muy complicado no tenerle aprecio.