El centrocampista amarillo intentó hablar en zona mixta para la radio oficial, pero poca palabra pudo articular. Vicente se emocionó e incluso lloró sobre el campo.
Vicente Gómez no pudo contener las lágrimas de tristeza por el descenso matemático a Segunda División. El mediocampista amarillo dejó claro que por mucho que fuera esperado, «no por eso deja de doler». Incluso dentro del terreno de juego, mientras la UD recibía la goleada del Alavés, se le vio llorar.
«Uno siempre tiene la mínima esperanza de intentar ganar partidos, pero al final no ha sido posible», declaró sobre las escasas posibilidades de permanencia del equipo en las últimas jornadas. Y es que cicatrizar heridas va a ser complicado entre la afición, pero también lo será en el vestuario.
El futbolista amarillo ha vivido algunos de los momentos más dolorosos de la historia reciente de Las Palmas, desde el día del Córdoba hasta la tarde de este domingo. Aun así, con el recuerdo y el espíritu del ascenso ante el Zaragoza, Vicente tratará de resurgir junto a los suyos.
