El futbolista italiano, que ha pasado prácticamente sin pena ni gloria por la UD, abandonará la entidad el próximo 30 de junio tras una temporada vistiendo la camiseta amarilla en la que ha sido su primera experiencia en España.
El mercado en la UD Las Palmas es un río que, con el paso de los días, se vuelve más caudaloso. Desde que consumaran el descenso, los amarillos se han puesto manos a la obra para trabajar en el próximo proyecto y las informaciones acercan del mismo han sido bastante constantes. De esa manera, lo último que ha trascendido es que Alberto Aquilani no va a continuar en la entidad amarilla tal como informa La Provincia.
La llegada del mediocentro se produjo durante los últimos días del pasado mercado veraniego, firmando por dos temporadas como jugador insular. Con su aterrizaje, los grancanarios pensaron que adquirían una pieza importante a la hora de conformar su centro del campo, pero la realidad ha sido distinta. El italiano no ha cumplido con las expectativas y eso ha provocado que su protagonismo haya sido más bien escaso.
En ese sentido, según el citado medio, el romano tampoco está contento con el peso que ha tenido dentro de la plantilla, ya que su objetivo era tener un rol específico dentro del juego amarillo. Y aunque hubo hasta tres cambios de técnicos, Aquilani nunca pudo encontrar con ninguno de los entrenadores la estabilidad de la titularidad y, ni siquiera, fue capaz de conseguir un sitio en el banquillo como suplente de garantías.
Por este motivo, el club y el jugador van a separar sus caminos de mutuo acuerdo una vez termine el curso futbolístico 2017/2018 el próximo 20 de mayo. Este escenario obligará a la UD a buscar un recambio con experiencia en Segunda División para apuntalar su plantilla, un movimiento que empieza a convertirse en cuestión de estado dado que desde la salida de Roque Mesa no se ha acertado con su recambio.
Sea como fuere, Aquilani se irá de Gran Canaria dejando un sabor agridulce ya que, en la que ha sido su primera experiencia en España, no ha conseguido desplegar el fútbol que se esperaba de un futbolista que ha jugado en prácticamente todas las grandes ligas.
