El delantero ha sido uno de los grandes protagonistas de la temporada del equipo que ha dirigido Manolo Jiménez y es por ello que en la zona noble del Estadio de Gran Canaria están esperando a que los atenienses hagan o no efectivo el pago para quedarse en propiedad con el jugador.
Lejos de Gran Canaria ha encontrado su sitio. Marko Livaja ha sido capaz de recuperar su mejor versión en el AEK de Atenas tras muchos intentos fallidos y, una vez terminado el curso con un título de Superliga griega y un subcampeonato de Copa bajo el brazo, empieza a esclarecerse su futuro. Cedido por la UD Las Palmas, es ahora el conjunto ateniense el que tiene que decidir si quiere quedarse con el jugador en propiedad.
Con una opción de compra de 1.8 millones de euros estipulada por los amarillos, el AEK debe dirigirse a la entidad dirigida por Miguel Ángel Ramírez para terminar una transacción que viene gestándose desde hace meses. El buen rendimiento del balcánico ha conseguido que en los despachos del actual campeón griego vean esta operación como beneficiosa hasta el punto de que se ha rumoreado un acuerdo ya cerrado con el ariete.
Por razones como esta, el propio presidente de Las Palmas señaló en unas declaraciones concedidas a gazzetta.gr que están a la espera de recibir el visto bueno definitivo por parte de los emisarios del club heleno: «El AEK tiene la posibilidad de activar la compra de Livaja, pero hasta ahora no sabemos cuál será su movimiento final. Estamos a la espera», resumió Ramírez en su ya mencionada intervención en el citado medio.
Aunque todavía falta la confirmación oficial, el interés del cuadro griego en mantener al croata es evidente y la cantidad estipulada para terminar de hacerse con sus servicios parece asumible para una entidad que la próxima temporada podría disputar la Champions League. Sin embargo, hasta que no cierre del todo la operación puede pasar cualquier cosa y es por ello que la UD espera paciente la respuesta del AEK.
