El conjunto amarillo no va a poner facilidades para que aquellos futbolistas con contrato en vigor se puedan marchar. El nuevo secretario técnico, Toni Otero, lo explicó durante su comparecencia de prensa en el Estadio de Gran Canaria.
Sin concesiones. La UD Las Palmas no va a dejar que nadie se baje del barco, al menos, con facilidad. El descontento de algunos jugadores con su protagonismo les ha hecho tomar la palabra y plantearse una salida del club, pero la realidad es que la entidad quiere hacerse fuerte para evitar una desbandada en forma de rescisiones de contrato.
Ante este escenario, Toni Otero ha tomado la palabra y haciendo ejercicio del puesto que ya ocupa, el de secretario técnico, ha dejado clara la postura de los amarillos ante estas posibles salidas: «Cualquier jugador que se quiere marchar tiene en su contrato una cláusula de rescisión. Nos remitimos a ella», señaló el nuevo directivo amarillo.
De esa manera, hombres como Tana, David Simón y Raúl Lizoain van a tener que buscar otra manera si verdaderamente quieren abandonar la entidad. Si bien es cierto que sólo el lateral derecho ha dado la cara y ha explicado que sí, que se quiere marchar, los otros dos sí que no están muy contentos con su papel actual en la plantilla.
Por otro lado, el descenso a Segunda ha hecho que las cláusulas y los salarios de los jugadores que tienen contrato se vean reducidas de forma notable. Esta cuestión hace que las posibles salidas sean un tanto más sencillas, pero igualmente es complicado que cualquier club ponga sobre la mesa la cláusula por tres jugadores que han perdido cartel.
No obstante, va a ser un verano bastante movido y todo indica que para que lleguen jugadores otros tendrán que salir. Habrá que esperar acontecimientos, pero la UD no va a permitir que sus futbolistas salten del barco ahora que está hundido.
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