La UD Las Palmas trabaja ya a fondo en la nueva temporada en Segunda División, con el claro objetivo de luchar por ser uno de los que retorne a Primera al final de la campaña. Con el nuevo entrenador y secretario técnico confirmados, la UD cuenta con ocho jugadores encarrilados que deben confirmar tanto Jiménez como Otero.
Un proyecto con más hombres que nombres. Es el lema que han repetido tanto Miguel Ángel Ramírez como Toni Otero en sus últimas comparecencias públicas. En esta nueva campaña en Segunda División con el claro objetivo de intentar el ascenso sólo un año después, en el club consideran que adelantarse al resto es clave y en ello se ha trabajado.
Conscientes de que la plantilla sufrirá numerosos cambios, la comisión deportiva trabajó en varias operaciones que tiene ya encarriladas a falta del visto bueno final tanto de Otero como de Manolo Jiménez. Concretamente son ocho las operaciones a punto de concretarse, sólo a falta del OK final, según informó días atrás La Provincia / DLP.
Con el regreso de Sergio Araujo confirmado, el primer fichaje en caer será, si no hay sorpresa final, el guardameta Nauzet Pérez, que acaba de terminar su etapa en Chipre tras lograr la liga. Era uno de los futbolistas con los que había acuerdo avanzado y que todo hace indicar que también ha recibido el visto bueno de Otero y Jiménez.
En las oficinas del club se trabaja actualmente en resolver algunos aspectos pendientes como el futuro de alguno de los cedidos que deben regresar, además de las negociaciones avanzadas con los que podrían convertirse en nuevos fichajes. Tras ello, uno de los siguientes pasos que se espera en el club será decidir qué canteranos hacen la pretemporada con el primer equipo para tratar de hacerse un hueco en los planes de Manolo Jiménez. La UD 2018-19 sigue manos a la obra.