El retorno a la máxima categoría del fútbol nacional pasa por un proyecto de cantera o esa es, al menos, la imagen que proyecta la entidad amarilla de puertas hacia fuera. En su presentación, Manolo Jiménez fue contundente. No será un ‘tapón’ para los jugadores de las categorías inferiores, si no todo lo contrario. Y a la espera de saber qué jugadores darán a corto plazo el salto del filial al primer equipo, los posibles fichajes apuntan en esta dirección.
Las Palmas está en pleno proceso de cimentar las bases de un equipo que pelee desde el primer día por el ascenso, como estipulan las cuotas de fútbol en los distintos pronósticos para la próxima temporada en Segunda División. Y es que será uno de los conjuntos llamados a luchar por la parte alta de la clasificación con el Málaga, el Deportivo de La Coruña, el Osasuna, el Tenerife y los tres que no asciendan a través del ‘play-off’ a Primera División, entre otros muchos. Las ideas están más claras que hace un año por estas fechas, cuando, entre otras muchas cosas, se desconocía la identidad del sucesor de Quique Setién.
Ya hay entrenador (Manolo Jiménez) y un nuevo secretario deportivo (Toni Otero), por lo que dos de los pilares de la temporada 2018/2019 tienen nombre y apellido con un tiempo prudencial antes de la vuelta al trabajo. Queda definir la pretemporada, el quebradero de cabeza para todos los inquilinos del banquillo, y sobre todo rediseñar una plantilla que parece que tendrá acento canario.
Viejos conocidos en el punto de mira
Más allá del retorno confirmado de Sergio Araujo, la UD está trabajando en la vuelta de algunos viejos conocidos para formar un nuevo núcleo fuerte dentro del vestuario de jugadores canarios.
Nauzet Pérez, Deivid Rodríguez, Dani Quintana, Dani Ojeda, Rubén Castro e incluso Aythami Artiles, clave en la salvación del Córdoba, son algunos de los que vienen sonando en las últimas fechas para restablecer al club su seña de identidad más internacional.
Una que desapareció en el intento desesperado por salvar la categoría con Paco Jémez al frente porque el preparador llegó a jugar contra el Getafe, en la antepenúltima jornada, con su guardia de ‘mercenarios’ –él mismo los calificó así al poco de llegar al banquillo amarillo– al completo y sin un solo canario en el once. Fue el pasado 6 de mayo, cuando lo poco que quedaba de la etapa Setién se esfumó definitivamente. Ahora toca, de entrada, recuperar el apoyo la afición, la misma que abandonó el Gran Canaria en señal de protesta en el tramo final de LaLiga, y nada como hacerlo con futbolistas de la tierra.
La UD está a la espera de que concluya la Segunda División para tramitar de manera oficial varias de las incorporaciones que tiene en mente y que Jiménez tenga así a su disposición un plantel competitivo, compacto en todas sus líneas y diseñado con cabeza, al contrario de lo que ha venido ocurriendo en los últimos tiempos. Nadie mejor que el preparador andaluz, como ha demostrado en Grecia, para devolver la ilusión a toda una isla y también para sacar lo mejor de Araujo, el héroe del último ascenso.