El ex entrenador de la UD Las Palmas que hiciera volver al filial a la categoría de bronce habló en una entrevista para la revista de Club Perarnau, en el apartado The Tactical Room. Habló de algunos aspectos relevantes de su etapa en el primer equipo amarillo.
Hace ya más de seis meses que abandonó la entidad pero dejó un recuerdo grato tanto en el club como en la afición. Manolo Márquez se ganó el respeto del aficionado amarillo y ahora ha vuelto a dejar varias frases relevantes con respecto a su etapa en el primer equipo de la UD Las Palmas.
Márquez dimitió tras pasar seis jornadas, donde la UD andaba fuera del descenso tras cosechar dos victorias y cuatro derrotas. De esa experiencia a la que se añade su brillante año en el filial, el técnico catalán apunta que aprendió que «el canario no está hecho para defender», por lo que prefirió «desplegar y colocar en la pérdida» para que el rival no pudiera pillarle desordenado.
También habló del juego a balón parado, de que indicó que en la UD le costaba mucho. «Al jugador canario le cuesta mucho este trabajo», explica, ya que «son muy buenos con el balón pero le falta un punto de creencia en la estrategia» -la UD sólo marcó a balón parado un gol, de David García ante el Levante-.
Sobre los campos a dominar de un entrenador, Márquez apunta a «conocimientos», «lectura de partido» y «gestión de grupo», quedando este último «muy por encima del resto» cuanto más alta es la categoría en la que se entrena. Por otro lado, comentó que «ahora parece que todos los saques de puerta se tienen que jugar en corto», aunque «a veces es necesario poder jugar en largo para poder hacerlo posteriormente en corto».
Finalmente, Manolo Márquez explicó que lo importante es llegar al futbolista, para lo que no se debe saturar de información acerca del rival, debiendo ésta ser muy resumida. «Por encima de todo tiene que estar convencido de que con las cosas que hemos preparado vamos a ganar», sentencia.
