El mediocentro grancanario es uno de los jugadores con contrato que más pretendientes podría tener para abandonar la UD durante este verano. Aun así, es evidente que su figura debería ser clave en el intento de ascenso amarillo.
Un cerebro sobre el césped. Una figura que sí representa. Vicente Gómez es, a día de hoy, uno de los jugadores más respetados de la UD Las Palmas por su honestidad y por su capacidad para transmitir lo que es el sentimiento amarillo. El mediocentro de Schamann se ha convertido en un futbolista importante dentro del club, pero su futuro deja algunas dudas por el cartel que todavía tiene en el mercado a pesar del descenso.
Después de una temporada aciaga, el centrocampista se ha marchado de vacaciones para desconectar. Lo necesitaba y lo reclamaba hasta el punto de alcanzar el final de la temporada cuanto antes. En ese sentido, no ha sido un año fácil para el ‘4’ tanto en lo individual como en lo colectivo, una cuestión que se debe a que tanto al descenso como al hecho de no haberse encontrado del todo cómodo tras superar su hernia discal.
A pesar de todo eso, su continuidad debería ser una cuestión prácticamente de estado. Vicente no sólo es una figura importante para la afición, sabiendo lo que es estar en la grada y lo que ello representa. Es un capitán sin brazalete, un líder desde el silencio y es uno de los mejores embajadores que mejor representan a la UD. Además, ha demostrado su compromiso en todo momento tanto en los buenos como en los malos momentos.
No obstante, lo deportivo también es evidentemente importante y ahí el mediocentro puede ser uno de los pilares dentro del esquema de Jiménez. La realidad es que sólo necesita poder encontrar su ritmo y reencontrar su sitio para poder conseguirlo, una cuestión que no es una quimera ni mucho menos. Asimismo, su experiencia en Segunda es amplia y a eso se le puede sumar su gran capacidad para leer el juego.
Sea como sea, Vicente debería ser una de las principales caras visibles del nuevo proyecto de Las Palmas. Sin embargo, podría llegar a tener ofertas para abandonar la isla y, si eso termina sucediendo, tendrá que ser el club el que dé un paso al frente para convencerle para que siga. El futbolista ya señaló que quería quedarse y ahora tiene que ser la entidad la que termine de extenderle la mano para no separar sus caminos.
