Deivid da su opinión sobre el posible fichaje de Rubén Castro

Foto: MARCA


El nuevo central amarillo contestó sin tapujos a la pregunta sobre si le gustaría que el delantero de La Isleta fuese compañero suyo esta temporada en la isla, una cuestión que podría llegar a cumplirse en los próximos días. 

Un nombre bomba. El hombre del verano. Rubén Castro está en boca de todos y su fichaje por la UD Las Palmas podría ser un golpe sobre la mesa importante para el club amarillo. Con los planetas alineados, la del isletero es la figura más importante del mercado insular y es por ello que testar el punto de vista de todos los componentes de este proyecto sobre la llegada de ‘El Moña‘ puede sonar a abrir o cerrar una puerta.

Con ese escenario, Deivid Rodríguez también mostró su opinión acerca del aterrizaje del delantero en la isla en el día de su presentación, dejando claro que Castro es «uno de los mejores delanteros que pueden venir a la UD Las Palmas. Ojalá pueda venir y nos dé muchas alegrías». Con esas palabras, el defensa ha querido abrirle las puertas a su paisano a poco más de 6 días de que dé comienzo la pretemporada en El Hornillo.


Lo cierto es que el fichaje de Rubén es ahora mismo una batalla en la que están metidos muchos equipos de Segunda. El isletero es un objeto codiciado y como tal son muchos los pretendientes los que esperan hacerse con sus servicios. Como hemos ido contando, Ramírez está siendo pieza clave en la negociación y, aunque el ariete todavía tiene que desvincularse del Betis, todo apunta a que su futuro se esclarecerá muy pronto.

Sea como sea, en la UD lo recibirían con los brazos abiertos y su fichaje supondría un golpe sobre la mesa más que importante dado que los amarillos le ganarían la partida a varios de sus rivales directos en la carrera por obtener la firma del jugador.

Rubén Castro, a pesar de la edad, es un futbolista que asegura goles y es por ello que Las Palmas pelea por él sin descanso. Deivid ya le ha abierto la puerta y son muchos los aficionados los que también verían con buenos ojos su llegada. Las cartas están sobre la mesa y ahora tendrá que ser el propio delantero el que enseñe su mano.