El nuevo central de la UD fue pieza fundamental para que el Getafe lograra recuperar la condición de equipo de Primera División el pasado verano. Y lo hizo ante el CD Tenerife en una final del playoff muy tensa. El sevillano fue protagonista en alguna acción polémica, y cierto sector de la prensa tinerfeña se han encargado de recordarlo desde el anuncio de su aterrizaje como amarillo. Cala ha contestado quitándole hierro al asunto.
Que Cala es un futbolista de carácter no lo esconde nadie. Por su condición de sevillista, es persona non grata en el Benito Villamarín. Sus piques con Aritz Aduriz son ya un clásico en Primera División. Y su espíritu de líder en el Getafe le hizo ser una de las banderas del ascenso a Primera vía playoff. En aquella final ante el equipo blanquiazul saltaron chispas. Se avecina un derbi canario este año y Cala quiere rebajar esa tensión hacia su persona.
Preguntado al respecto, Cala contestó: «Respeto a todas las aficiones. Si un sector de la afición del Tenerife considera que no lo hice bien con ellos, les pido disculpas». Eso sí, se pone la camiseta de la UD desde ya para vivir el derbi venidero: «Los derbis son especiales, los viviré como un amarillo más y defenderé nuestro escudo», explicó.
Quiso zanjar el capítulo del CD Tenerife resaltando que no le «preocupa» que pueda tenerle «inquina el eterno rival». «Me preocuparía que me lo tuviese la mía», comentó. Cala no cree que sea una cuestión personal, sino que el problema viene por haberle arrebatado al Tenerife un ascenso «después de pelearlo durante 42 jornadas», con todo el dolor que ello conlleva.
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