Iñigo Ruiz de Galarreta vendrá con altas expectativas. Y no es para menos. Se trata de un proyecto de estrella que no ha conseguido brillar todo lo que se esperaba de él. Y Las Palmas piensa que la isla puede ser el lugar donde por fin pueda asentarse. El club no ha encontrado en los últimos años un mediocentro de esas características y confía en que el tándem Rivera – Galarreta pueda tener largo recorrido.
Ya es oficial el fichaje de Galarreta. El vasco podría ocupar una plaza en la que solo Roque Mesa ha conseguido triunfar en las últimas temporadas. El teldense fue un rara avis en este club. Y es que con 24 años seguía jugando en el filial. Paco Herrera le dio confianza y Setién lo lanzó al estrellato. En sus dos años en Primera, la UD llegó a sufrir de Roquedependencia. Porque encontrar alguien en quien confiar la manija de tu equipo no es tarea fácil. El actual mediocentro del Sevilla conseguía hacer las funciones destructoras y constructivas con solvencia. Un lujo.
Pero antes de Mesa pasaron muchos que no lograron asentarse. Juan Manuel Rodríguez confió en su día esa misión a David González, que acompañaba en el doble pivote a Javi Castellano. ‘El moco’ cumplió, a su manera, con la labor, pero sin llegar a maravillar. Tampoco era su puesto. Sergio Lobera se atrevió después a darle los galones a Hernán Santana y ¡Nauzet Alemán! en el eje central. Una extraña pareja que, pese a todo, consiguió clasificar al equipo para el playoff.
Javi Castellano volvió a hacerse con el puesto al año siguiente y, esta vez, sería escudero de un centrocampista más que contrastado como Apoño. Valerón también hizo sus pinitos en el mediocentro. El malagueño fue clave en el ‘casi ascenso’ – gol en el encuentro final ante el Córdoba inclusive -, pero su rendimiento fue decreciente y solo permaneció una temporada en el club, sin llegar a poder prolongar su valía.
Llegó entonces el año del ascenso, en el que Hernán, Culio – aunque este jugó muchos encuentros cerca del flanco izquierdo, el gemelo y Roque fueron los jefes del centro del campo. Pero, tras el ascenso, Roque fue el único superviviente. Y apareció la figura de Vicente que, contagiado por el buen hacer del equipo, mostró su mejor nivel rodeado de Tana y Jonathan Viera.
Desde entonces, han desfilado por el club con más pena que gloria jugadores como Montoro, Wakaso, Aquilani, Samper, Peñalba o Etebo. Sin olvidar de que incluso Mauricio Lemos ha tenido que desempeñar esa tarea a falta de efectivos. Manolo Márquez quiso darle la responsabilidad a Fabio, pero pronto le cortaron las alas. Ahora, una joven pareja de centrocampistas con talento aterrizan en la isla para tratar de asentarse en el primer equipo. Aún no han demostrado nada en el fútbol de primer nivel. La UD Las Palmas les brinda una oportunidad en su eterna búsqueda por un mediocentro de garantías.