La llegada de David Timor coloca en el engranaje amarillo otra pieza de muchas garantías dentro de un centro del campo que ya tenía bastantes alternativas. Con el pivote, el poderío de la UD Las Palmas en la sala de máquinas alcanza un nivel altísimo y ahora le tocará al técnico, a Manolo Jiménez, gestionarlo.
Variantes por doquier. Opciones a la carta en busca del ascenso. La era Manolo Jiménez ha llegado cargada de exigencia y, por esa razón, se ha confeccionado una plantilla que ofrezca una serie de garantías para pelear por el ascenso. En ese sentido, el entrenador sevillano tiene donde elegir en todas las líneas, tiene todos los puestos doblados y tiene un potencial a trabajar que es, a ojos de muchos, el mejor de toda la Segunda División. De esa manera, haciendo hincapié en los hombres disponibles para la medular, se puede observar que esta UD posee un abanico de posibilidades para competir con creces.
El aterrizaje de David Timor pone de claro manifiesto que el centro del campo no debería tener demasiadas fisuras. El valenciano es, además, una pieza versátil que puede ocupar otras posiciones, aunque su llegada responde a la necesidad de darle a Javi Castellano un compañero con el que pelear el puesto de 5. El pivote de Carcaixent es un seguro de vida, un jugador que suma también en el apartado ofensivo y encima es un especialista en el balón parado. Aun así, el gemelo ha empezado bien el curso y se le ve mucho más suelto que en años anteriores, aunque a priori sería el teórico suplente del valenciano.
Por otro lado, Jiménez cuenta con hombres como Galarreta y Christian Rivera. Ambos son futbolistas capacitados para la llegada y sacar el balón jugado, dos aspectos al que unen el hecho de poder ayudar en acciones defensivas. De ese modo, tanto el vasco como el asturiano se adaptan a un perfil más dual, donde son capaces de ser los cerebros del equipo al mismo tiempo que ofrecen un sacrificio importante en favor del colectivo.
A la hora de empezar a hablar de la magia, Tana y Maikel Mesa son los encargados de poner la chistera al servicio de los delanteros. Tanto el grancanario como el tinerfeño son hombres con muy buena sintonía para el regate, el desborde y ese último pase que tanto ha echado de menos el equipo amarillo en algunos momentos de estos tres partidos. De hecho, durante el tramo del partido de La Romareda que coincidieron en el campo, se complementaron bastante bien, por lo que ahí la UD podría conseguir una variante más.
Sea como sea, Jiménez tiene donde elegir y va a poder cambiar el dibujo según el rival, el momento de forma del equipo y la situación del partido. La competitividad está en su punto más alto y ahora es turno del preparador del Arahal. Seré el técnico amarillo el que gestione las llaves de un coche de alta gama cuyo motor, que no es otro que este centro del campo, es uno de los de más cilindradas de la categoría.