Más allá de las flaquezas que pueda tener esta UD Las Palmas, que las tiene, es evidente que ha sido perjudicada por errores arbitrales que hacen un poco más de mella en el bache de resultados que está sufriendo.
Se mire por donde se mire, las actuaciones arbitrales han perjudicado un poco a la UD en este inicio de competición. Los errores de los colegiados han sido evidentes y, aunque no se le puede achacar a los árbitros que cometan errores porque al fin y al cabo son humanos, sí que se puede reseñar y explicar que con Las Palmas no han estado acertados en más de una ocasión, sobre todo, en las últimas jornadas.
De ese modo, puede surgir la pregunta de ¿qué hubiese pasado sin en Segunda División el VAR estuviese en funcionamiento? Lo cierto es que hasta la próxima temporada los árbitros de la categoría de plata no van a tener el apoyo de la tecnología para determinar algunas acciones como los penaltis, los fueras de juego o la confusión de identidad, por lo que es lógico que dicha cuestión sea recurrente.
En Almería se anularon hasta dos goles legales y el primer tanto de los locales tiene en su origen un fuera de juego clamoroso. Ante el Alcorcón, Rubén Castro fue frenado de forma ilegal cuando ya enfilaba la portería rival y el tanto del Sporting en Gijón viene de otro fuera de juego posicional que Juan Cala ya se encargó de reclamar al acabar el encuentro en sus declaraciones postpartido.
Lo que está claro es que la ausencia del VAR ha mermado un poco las posibilidades de los amarillos de sumar puntos en este último tramo de liga. Siendo evidentes también el bajón que han pegado, lo normal es que con unos cuantos resultados más positivas el bache no se hubiese acentuado tanto. No obstante, esta es una circunstancia con la que hay que convivir, básicamente, porque ya no hay marcha atrás.
Aún así, nunca está de más reclamar con justicia lo que ha ocurrido en los últimos encuentros con la UD sin caer en victimismos.
