El descenso del conjunto amarillo a Segunda División les obligará a disputar la próxima temporada sin la importante ayuda del vídeoarbitraje. En Primera División sí que se instalará a partir de esta misma campaña.
Acabar en Segunda División tiene sus consecuencias. Evidentemente, el económico es el aspecto que más afecta a los clubes que tienen que abandonar por fuerza la élite, pero no es el único. Los equipos que disputarán LaLiga 1|2|3 la próxima temporada, entre los que se encuentra la UD Las Palmas, van a quedar un tanto rezagados en cuanto a la tecnología se refiere ya que no podrán contar la ayuda del VAR durante los partidos.
Sin ser una desventaja considerable, la aportación del vídeoarbitraje es una de las grandes novedades que se van a implantar en Primera División y supone un importante avance en busca de un fútbol más justo. Los árbitros van a recibir un apoyo considerable con el que se evitarán algunas situaciones grotescas que perjudiquen claramente a algún equipo. No obstante, este avance no llegará a Segunda División hasta la 2019/2020.
De esa manera, la UD deberá competir para regresar a LaLiga sin un elemento que debería suponer un enorme auxilio para el arbitraje. Y, aunque el VAR sólo va a actuar en validar o invalidar goles, penaltis, tarjetas rojas y para la confusión de identidad, el porcentaje de acierto a la hora de decidir un partido es importante. Aun así, según un estudio reciente de la FIFA el vídeo sólo será decisivo en el 8% de los encuentros.
Lo cierto es que Las Palmas va a tener que esperar para tener la asistencia del vídeoarbitraje en sus partidos al menos una temporada si, como mínimo, consigue la permanencia en Segunda. No obstante, es evidente que el hecho de haber descendido les va a privar de muchísimas cosas que sí se van a poder llevar a cabo en Primera y una de ellas, que no la única, va a ser el poder contar con el VAR.
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