El conjunto amarillo no logró pasar del empate ante un Oviedo que reclamó un penalti en el descuento y que, con poco, generó algo más de peligro. Con este punto, el equipo de Paco Herrera no termina de salir de esa crisis que dura ya 10 partidos. El cambio de técnico, por ahora, no surte efecto.
Un partido para quedarse dormido. La UD empató ante el Oviedo en un encuentro en el que los insulares no fueron capaces de hacerle cosquillas a Champagne, portero del cuadro asturiano, salvo por una acción en la primera parte de Rubén Castro en la que el portero evitó el gol con una parada con los pies. De resto, el conjunto dirigido por Herrera volvió a mostrar esa pobre imagen en cuanto a juego que les empieza a poner muy cuesta arriba el objetivo del ascenso a Primera.
Aun así, Las Palmas puso algo más de chispa en parte del tramo final del choque para encontrar ese gol que le hubiese reconciliado, al menos, con la tabla clasificatoria. No obstante, no hubo manera ni siquiera de disparar entre los tres palos. Con un penalti reclamado de Cala sobre Viti, el Oviedo se marchó del Estadio de Gran Canaria algo enfadado, aunque la sensación que dejó el duelo entre asturianos y canarios fue la de dos equipos que no hicieron méritos para ganar.
