Los amarillos necesitan hacer un excepcional final de temporada para poder alcanzar los 66 puntos, una cifra que ha bastado en anteriores temporadas para meterse en la promoción.
La UD Las Palmas ha logrado dar el primer paso hacia una recuperación que le permita terminar la temporada luchando por colarse en los puestos de promoción de ascenso. Tras la victoria en A Coruña, el optimismo ha invadido la isla y son muchos los que empiezan a creer en una remontada del equipo amarillo de la mano de Pepe Mel. Sin embargo, tienen un reto extremadamente complicado si quieren llegar a situarse en puestos de promoción, pues tienen que hacer en 13 partidos lo que no han podido en toda una temporada. Sin duda, un objetivo muy complicado, pero no imposible.
Los amarillos se aferran a los números para soñar con una remontada histórica que les permita seguir luchando por volver a la máxima categoría del fútbol español. Uno de los pesos pesados del vestuario, Juan Cala, afirmaba ayer que tenía claras las cuentas que hay que conseguir para meterse en playoff: «Tenemos siete partidos en casa y seis fuera. Ganando ocho partidos tienes unos 65 puntos con los que tienes muchas opciones de meterte en los playoff. Tenemos que ganar ocho partidos de trece, que es muy complicado en Segunda División».
Es ese el objetivo que se ha marcado la UD para este final de temporada, matizando que, si nos fijamos en las temporadas anteriores desde que se implantó el sistema de promoción de ascenso, la cifra con la que casi siempre se ha clasificado un equipo para los playoffs es de 66 puntos. Tan solo una temporada hizo falta conseguir más puntos, fue en la 2011-2012, en la que el Córdoba quedo sexto clasificado con 71 puntos.
Los amarillos en estos momentos tienen 41 puntos en su casillero, por lo que se tendría que lograr 25 puntos de los últimos 39 que están en juego para poder tener serias opciones de meterse en los puestos de promoción. Se trata de una ardua tarea que no se puede afrontar de otra forma que viviendo cada partido como el último. Para alcanzar esas cifras, los amarillos tendrían que lograr ocho victorias y un empate en los trece encuentros que restan. El objetivo es claro: conseguir los 66 puntos y esperar que una vez más sea suficiente para pelear por el ascenso.