Miguel Ángel Ramírez aceptó y normalizó los cánticos que ayer sonaron en su contra tras el 0-1 de Elche en el Estadio de Gran Canaria. Sin embargo se muestra firme en su decisión de continuar al frente del club, del que seguirá siendo presidente a pesar del clamor popular. Reitera que solo vendería en caso de que un comprador garantizara la continuidad del club en la isla.
Cánticos de «Ramírez vende ya»: » Tienen toda la razón. Nosotros en veranos confeccionamos en una plantilla para luchar por el ascenso y mira dónde estamos. El año pasado también confeccionamos una plantilla para hacer las cosas bien y mira lo que pasó, pero es que además el último tramo de la temporada anterior también acabamos mal. El club tendrá una pérdida de 5 millones este año y eso me corresponde a mí. Es lógico el comportamiento de la afición. Llevo 14 años como presidente de Las Palmas y no es la primera vez que me gritan. En Segunda estuvimos a punto de descender y cuando ascendimos esa misma gente me aplaudió.
Su enfrentamiento con los aficionados: «Ayer tuve un encontronazo con un aficionado, y estoy intentando localizar el teléfono para poder disculparme, además de hacerlo ahora públicamente. Lo de ayer es un desahogo en el que tiene toda la razón la afición. Si los aficionados o yo jugásemos, igual se verían unas ganas o un pundonor, que estoy echando en falta».
La posibilidad de elegir un presidente ejecutivo: «Mientras yo sea el máximo accionista seré yo el presidente, no tendría sentido poner a otro cuando la responsabilidad va a seguir siendo mía. Vender el club a alguien que me garantice que se queda en Gran Canaria sí, a alguien que lo quiera sacar de la isla, no».
