Fue el protagonista involuntario del partido. Cuando mejor estaba la UD Las Palmas, llegó la expulsión de un David Timor que, resignado, prácticamente ni protestó la acción. Fue una segunda amarilla clara, pero el rasero arbitral es lo que está en cuestión. Tras la conclusión del partido, pidió disculpas a la afición por la expulsión.
Su expulsión: «Estoy muy jodido. Asumo mi error y mi responsabilidad en la derrota. La segunda, una falta en el centro del campo, golpeo al rival, pero pensando en la jugada de la primera parte de ellos que nos paran una contra, creo que la hubiera podido perdonar».
El doble rasero arbitral: «No voy a entrar a valorar la actuación de los árbitros. Asumo la culpa y las críticas que pueda haber».
El color en las gradas: «Se nota que la afición ha estado ahí. Les queríamos dar una victoria. Personalmente, les quiero pedir disculpas».
