MERCADO | El ex futbolista de la UD Las Palmas, actualmente en el Platanias de Grecia, se encuentra entre los nombres que monitoriza el club amarillo para la operación de repatriación.
Cuando no hay dinero toca agudizar el ingenio. Y recordar que la cantera, o jugadores que han salido de la misma, tienen más recorrido fuera y pueden regresar a su equipo a echar un cable. Es el caso de Nili Perdomo, que se quedó a las puertas de ascender a la Superliga griega con el Platanias.
Nili, un verso libre cuando Setién lo subió al primer equipo, parece un futbolista más centrado y maduro. En Grecia ha encontrado el equilibrio: ha disputado esta temporada 30 partidos y ha marcado 8 goles, siendo uno de los futbolistas claves en el ascenso.
Salió de la UD en 2016 tras debutar en Primera de la mano de Quique Setién hacia el filial del FC Barcelona. Logró estar varias veces en la dinámica del primer equipo blaugrana, llegando incluso a debutar oficialmente en un partido de Copa del Rey ante el Hércules.
En septiembre de 2017 recaló en el Albacete, en una etapa corta de apenas seis meses, hasta recalar en Grecia por el Platanias. Cuando parecía que su carrera iba en declive hacia el abismo, Nili encontró el equilibrio, siendo importante en Grecia y asegurándose su continuidad en la Superliga –el Platanias le ha trasladado una oferta de renovación, tras volver a ascender a la máxima categoría–.
La UD le sigue de cerca
La Dirección Deportiva de la UD Las Palmas nunca ha perdido la pista de Nili Perdomo. Básicamente, de ningún canterano que haya salido de la cantera amarilla y esté en el radio para la operación repatriación, una operación cíclica que aumenta de manera importante cuando la escasez económica predomina en las arcas del club grancanario.
Según apunta el diario La Provincia / DLP, el futbolista está en la agenda de posibles regresos al club amarillo, al igual que Cristian Herrera –actualmente en el Lugo– o Aridai Cabrera –extremo del Mallorca. Los grancanarios vuelven a estar de moda, y la premisa parece clara: volver a tener un ADN de gente de la tierra. Más baratos y más comprometidos. Un win-win que ya ha dado éxitos a Miguel Ángel Ramírez en el pasado.