Es ahora o nunca para el uruguayo. Tras un verano convulso, en el que tuvo un pie y medio fuera de la isla después de una nefasta temporada en Italia, a Mauricio Lemos se le abre la oportunidad de ser indiscutible con la lesión de Martín Mantovani. En las próximas seis semanas deberá buscar la regularidad para consolidarse en el centro de la zaga.
Fue la ‘obsesión’ de Pepe Mel durante el mercado de fichajes. EL entrenador, empeñado en la continuidad del charrúa, se salió con la suya y el central se quedó en la primera plantilla como futbolista polivalente que fortalecería la parcela defensiva. Sin embargo, y lesiones mediante, a Mauricio Lemos no se le ha visto aún en su mejor versión, aquella que le revalorizó hasta límites insospechados durante la etapa de Setién en el banquillo.
La pareja Aythami Artiles – Martín Mantovani ha sido prácticamente inamovible siempre que ambos capitanes han estado disponibles para el entrenador. Ahora, con la baja durante seis semanas del argentino, Lemos se encuentra con las puertas de la titularidad abiertas de par en par e intentará formar un cerrojo junto al de Arguineguín.
Mel ha demostrado que su confianza en Álex Suárez y, especialmente, en Deivid, es limitada. A ello se le suma la desaparición incluso de las convocatorias de Eric Curbelo en las últimas semanas. Por ello, y pese al overbooking en el puesto, si la salud respeta al uruguayo, la balanza se decanta a su favor.
Tras no poder completar la pretemporada en plenas condiciones, Lemos se estrenó como titular en el curso en el derbi de Tenerife como mediocentro, posición que luego retrasó al eje de la zaga y donde demostró rendir mejor. Desde entonces, fue titular en las derrotas ante el Almería y el Girona y en los triunfos ante el Sporting y el Albacete. Estuvo ausente por lesión en las tres victorias sucesivas y el viernes pasado tuvo que regresar forzosamente a los terrenos de juego como reemplazo de Mantovani. Ahora, le toca reivindicarse con un mes y medio sin la competencia de los teóricos titulares en el puesto.
