Son muchos los jugadores señalados tras el nefasto partido de la UD Las Palmas en Castalia, donde perdió con un duro correctivo por 4-0. Una figura se realza como el ejemplo de mal rendimiento en los últimos meses, y esa es la de Benito Ramírez.
El extremo izquierdo, tras sus molestias en la espalda a principio de temporada y, tras renovar, no ha encontrado un nivel acorde a la categoría y a su calidad. El bajo rendimiento del aldeano es notorio: no encara con precisión, tiene poca confianza con el balón, juega hacia atrás en la mayoría de las acciones y no tiene la velocidad ni el despliegue físico que aparentaba en otras temporadas.
Pepe Mel le ha dado mucho ‘crédito’ al no tener toda la plantilla disponible. En varios partidos el jugador ha salido sin pena ni gloria, sin ser protagonista ni actor secundario, y ya se está analizando el porqué del tan bajo rendimiento del zurdo. Su nivel actual está fuera del óptimo para competir en Segunda División y, sorprende, que el entrenador siga apostando por él en momentos tan trascendentales como el que se juega actualmente el equipo.
En las manos de Benito está volver a maravillar con sus centros precisos, desparpajo y goles. Un toque de atención a tiempo podría ser una gran victoria para él y para los intereses futuros del equipo.