Doce años después de inaugurarse el Anexo al Estadio de Gran Canaria, por primera vez el primer equipo amarillo tiene como capitanes a jugadores forjados en el césped de la ‘nueva’ fábrica de talentos.
El cambio generacional sigue su curso en la Unión Deportiva Las Palmas. Entre los cuatro primeros capitanes, tres jugadores grancanarios de dos generaciones distintas. Jonathan Viera, capitán y líder del vestuario, se formó en una cadena de filiales que deambulaba por distintos campos de la capital grancanaria: Pepe Gonçalves, Mundial 82 de Jinámar o el Jorge Pulido de Las Coloradas era donde empezó a verse la magia del ’21’.
Ahora, comparte capitanía con Benito Ramírez y Fabio González, dos jugadores forjados en el Anexo al Estadio de Gran Canaria, el primer paso de la Unión Deportiva para mejorar las instalaciones de sus jóvenes promesas. Ambos saben lo que es disputar cientos de partidos en aquella instalación que no ha dejado de cambiar desde su inauguración un 3 de octubre de 2010 en un partido entre Las Palmas Atlético y el Pájara Playas de Jandía.
Aquel día, jugadores como Raúl Lizoain, David Simón, Hernán Santana, Tyronne del Pino o Roque Mesa estrenaron un césped donde se han forjado cientos de jugadores. Los últimos, sin ir más lejos, Alberto Moleiro, Sergi Cardona o Saúl Coco, que esta temporada estrenan ficha con el primer equipo tras haber pasado por la cadena de filiales amarilla.
Benito Ramírez y Fabio González coincidieron en una magnífica generación que llevaron a Las Palmas Atlético a ascender de manera histórica a la extinta Segunda División B. El aldeano – 110 partidos con el filial tras debutar el 13 de enero de 2013 en La Gomera – y el de Ingenio – 93 partidos con el filial tras debutar el 2 de octubre de 2016 contra el Arucas – son el presente y futuro de la entidad amarilla, los primeros nexos de unión entre los capitanes más longevos y las nuevas generaciones que han disfrutado de unas instalaciones mejores que sus antecesores.
