El entrenador amarillo fue entrevistado en UDRadio y volvió a explicar lo sucedido con los dos jugadores que descartó durante su primer día en la isla. Asimismo, comentó las cuentas que ha hecho para la permanencia y señaló algunas cuestiones que el equipo tiene que seguir mejorando.
Día de descanso para ver vídeos. «Estos días de descanso lo aprovechamos para ver cosas. He visto al Málaga, he visto el partido del Atlético para subsanar errores…».
Su experiencia en México. «Veías cosas que no te entraban en la cabeza. Tienes que ir amoldándote a todo. Allí, por ejemplo, no se puede regar el campo una hora antes. Teníamos un problema porque queríamos que el campo estuviese rápido. Allí todo tiene que ver con todo. No hay presidentes, hay propietarios que tienen mucho poder. Estas cosas, estas experiencias también te hacen ser mejor entrenador».
Volvió a la UD a pesar de la mala situación. «Siempre que me han preguntado que si iba a volver. Sabía que ese momento iba a aparecer y apareció en el momentos más inoportuno. Cuando volví de México necesitaba parar sí o sí. Cuando se me plantea el proyecto de Las Palmas ninguno de mi entorno me dijo que viniera. Se me planteó, se me esperó, vi lo que había y decidí que quería venir en contra de lo que me decía todo el mundo. Siempre me han gustado ese tipo de retos. Después de descansar un mes, decidí que sí. Las decisiones de una persona no están para vanagloriarse ni para arrepentirse de ellas. Yo tomé la decisión que me llenaba, y esa era la de venir. En mi pueblo dicen «A toro pasao, todo el mundo saca el capote». Hay que tomar decisiones».
No se arrepiente de venir a Las Palmas. «Yo no tenía necesidad de venir aquí. Podría dejar de trabajar y vivir para siempre. Yo podría elegir y espera otra cosa. Yo ya había hablado con Las Palmas y le di mi palabra a Miguel Ángel Ramírez. No todo en la vida se puede estar tomando desde la lógica. Yo siempre he sido de tirar para adelante con lo que sea. Nos han dado hostias y seguimos aquí: derechos y yendo de frente».
Vuelve a explicar la tardanza de su llegada a la UD. «Hay gente para opinar de todo. Sólo faltaría que alguien se metiera en temas familiares míos. Yo me tomé mi tiempo después de un año durísimo; estar un año lejos de tu familia es duro. Cuando volví y hablé con Ramírez le dije: «Antes de Navidad no voy a firmar con nadie. Así que vete buscando entrenador». Yo no le dije al club que me esperara. Si tenía que esperar hasta junio, no tenía ningún problema. Después de lo que pasó Almirón, Ramírez me dijo que si quería venir y le volví a repetir que si me esperaba, yo después de Navidad estaba allí, antes no porque me costaba mi matrimonio. El primer en contactar conmigo fue el Alavés y ellos no podían esperar. Los tontos tontos tontos pueden valorar situaciones deportivas, pero no las familiares. La gente tiene que entender que existen unas prioridades. El fútbol es lo más importante, pero no lo más importante».
El caso de Rèmy y Tannane. «Cuando vengo llego con una idea de lo que he visto. Yo a Las Palmas le vi 4 ó 5 partidos. Yo tenía una idea hecha de los jugadores que veía, pero no tenía una idea de los que no jugaban. Yo decido con quién quiero trabajar y con quien no, y el tiempo me ha hecho conseguir un instinto para ver cómo son los jugadores. Vengo sabiendo que hay que cambiar muchas cosas. En el primer encuentro llega un entrenador nuevo al club; pienso que vienes de unas buenas vacaciones, la situación es complicada y yo, poniéndome en la piel de los jugadores, duermo en el Estadio. Y ellos llegaron tarde y no dijeron ni buenas tardes. El respeto es internacional, pero bueno. Después veo el entrenamiento, que de eso no he hablado ni voy a hablar, y nos vamos al hotel. En el campo les pido que no lleguen tarde y demás. Tana también llegó tarde a ese entrenamiento. Con dos cojones, cuando teníamos que estar a una hora y en un sitio, llegaron tarde de nuevo. Podía echarlos a los dos o irme para mi casa».
No prioriza el rendimiento a la hora de descartar. «Con él el equipo iba último. A mí me da igual que haya metido 70 goles. Les digo que se vayan para su casa. Si no los echo en ese momento, los hubiese echado dos días más tarde».
No quiere trabajar con Tannane y Rèmy. «No tengo nada en contra de Rèmy y de Tannane. Simplemente no quiero trabajar con ellos».
Viera no tuvo nada que ver en los descartes. «Viera es incapaz, a mí por lo menos, de decirme nada en contra de un compañero. Si eso pasa, él es el que va a la calle».
La directiva le persuadió para que Rèmy continuase. «Les dije que no. Yo miré por su futuro y le dije que no lo quería por temas deportivos. Me intentaron hacer recapacitar y yo les dije que si no podemos sacar a Rèmy, tendrá que volver y ya veremos cómo lo arreglamos. Eso fue lo que yo le dije a Ramírez, a Luis Helguera y a Toni Cruz, que estaban todos delante. Seguramente, si no lo hubiésemos conseguido sacar, lo hubiésemos arreglado. En ningún momento se le trató como una mierda».
La salida de Lemos. «Lemos tenía que salir. Él se estaba haciendo daño, estaba bloqueado. Queríamos que limpiara su mente y se sintiera a gusto».
Al equipo le falta tiempo para pulir ciertas carencias. «He sido un entrenador que le da mucha importancia a la pretemporada para poder sentar las bases de lo que quieres. Si hubiésemos tenido ese tiempo, las cosas estarían mucho más avanzadas ahora mismo. El equipo ha avanzado muy rápido, pero siguen faltando algunas cuestiones. No tenemos tiempo. El equipo ha mejorado mucho, pero tiene muchas carencias».
Hace falta más mejora en la parcela física. «Yo no tengo conocimiento de lo que se ha hecho en pretemporada, pero no voy a desmerecer el trabajo de otros compañeros. Para nuestra forma de jugar y de presionar necesitamos un trabajo físico diferente que ahora mismo no lo hay. El equipo cada vez está mejor, pero para que pueda aguantar 90 minutos necesitamos un poco más de tiempo».
Reitera que el partido ante el Málaga no es una final. «Una final es una final, después del partido no hay nada. Ni el que gane ni el que pierda va a estar salvado o descendido. Es un partido muy importante. Que yo diga que no es una final es una minucia, porque es un partido tan importante o más que una final».
Los errores. «Tenemos que minimizar nuestros errores. Hay jugadores que están en un momento en los que no se les puede permitir. Ellos están avisados. Hablamos de errores no forzados. Cuando no tienes nadie que te agobia y fallas un pase de 7 metros, tenemos un problema gravísimo. Llega un momento en que cada uno tiene un cupo de errores».
El partido del Wanda. «Les dije que no estaba cabreado, sino apenado. En la primera parte lo hicimos muy bien, pero en la segunda perdimos un partido por un resultado excesivo. Vuelvo a repetir: Esas cosas nos tenían que haber pasado en pretemporada».
Convencido de conseguir la permanencia. «Estoy convencido de que el equipo está a tiempo de conseguirla. Con lo que ha venido, con el cambio de mentalidad y con lo que estamos mejorando, creo que sí.».
Sus cuentas para la permanencia. «Mi cuenta es ganar 1 de cada 3 partidos. Puede que ser con 32 nos salvemos. Para estar seguro seguro hay que ganar 7 partidos».
Mensaje a la afición. «Ese malestar no puede llevarles a estar distantes porque nos va a costar mucho más sacar esto adelante. Me gustaría que hubiese el lunes 35.000 personas en el Estadio. ¿Cabreados? Sí, pero 35.000. ¿Enfados? Sí, pero 35.000. Si no somos capaces de dar, qué esperamos que nos dé la afición».
Querría seguir en la UD después del final de temporada. «No lo sé. No es una cuestión de tenerlo claro o no. Me gustaría seguir».
Esperando por Barranco Seco. «Un equipo de Primera que sólo tenga un campo para entrenar es una dificultad muy grande. El club ha hecho un esfuerzo importante para conseguir hacer una Ciudad Deportiva en Barranco Seco».
¿Cómo está Ramírez? «Un presidente tiene que aparecer cuando tiene que aparecer. Tiene que asumir la responsabilidad cuando tiene que asumirla. Yo lo veo poco ahora, me llama una vez a la semana. Siempre he dicho que cuando un jugador tiene que tener un respeto por su presidente y cada uno tiene que estar donde tiene que estar».
Quiere jugadores comprometidos. «Yo quiero mercenarios, gente que se mate por ganar dinero. Me parece perfecto que se bese un escudo, me parece una muestra de cariño, pero luego tienes que demostrarlo. Siempre he sentido mucho respeto en los clubes donde he estado, pero siempre he jugado por dinero. Yo quiero gente profesional, con ganas de ganar mucho dinero. Los mercenarios son los mejores».
Encantado con Etebo. «Me ha gustado muchísimo. Es muy dinámico, siempre quiere el balón. Pierde el balón y se revuelve como un perro para recuperarlo».
Las caras nuevas. «Jairo cada vez mejor y Nacho Gil nos tiene que dar verticalidad. Tengo mucha confianza en Peñalba; es un profesional como la copa de un pino. Me ha enseñado muchísimo y tiene una personalidad espectacular. Todo lo que aprendan los jugadores de Peñalba será bueno. No ha llegado a su tope todavía como jugador».
Aguirregaray no ha llegado físicamente como quiere. «Vamos a tener que ponerlo físicamente como yo quiero, pero nos va a dar seriedad».
Palabras para Viera. «A Viera lo quiero mucho, por eso le exijo. Me parece un jugador de equipo grande grande de verdad. Todos parecen peores cuando estás en un equipo como está Las Palmas. Viera tiene margen para dar mucho más, pero tiene que no obcecarse. Se ve con la capacidad de hacer tantas cosas que quiero que se centre en hacer lo que sabe. Siente tanto peso encima y cree que tiene que ser el gran salvador que puede ser su gran prejuicio. Mientras haga su trabajo, el equipo va a mejorar un 200%. Esta haciendo cosas que no quiero que haga y le está quitando el trabajo a otros compañeros. En el fútbol hay que hacer de todo, tiene una responsabilidad tremenda y quiere ir delante».