El conjunto amarillo intentará dar un golpetazo sobre el tablero de la permanencia en forma de victoria que destroce un poco las cuentas de todos los implicados en esta cruenta batalla por evitar las llamas del infierno.
Todo pasa por el Ciutat de Valencia. Operación a corazón abierto para la UD Las Palmas. El cuadro dirigido por Paco Jémez se juega el todo por el todo este domingo en Valencia ante un Levante que no quiere bajarse del tren de la permanencia. Los amarillos tendrán que hacer un partido de muy alto nivel para conseguir esa vida extra que hay en juego y, de paso, provocar un efecto dominó que le empuje hacia el milagro.
La realidad es que el choque ya es de por sí una finalísima, es un todo o nada para los grancanarios y el esfuerzo definitivo que puede ayudar a los granotas a certificar un año más su presencia entre los mejores. Aun así, una victoria amarilla podría suponer mucho algo más que 3 simples puntos por una cuestión de un cambio de dinámica que se agravaría con un calendario más complicado para el conjunto valenciano.
Además de un calendario donde el Levante tendrá que jugar partidos complicados ante el Atlético de Madrid, Sevilla, FC Barcelona o Athletic, existe el factor de una jornada intersemanal en la que se podrían agravar o mejorar esos síntomas de positividad o negatividad. De hecho, un triunfo insular este domingo dejaría muchas de sus opciones de salir del descenso para esa semana de 3 encuentros donde todo puede cambiar.
Lo cierto es que el reto es mayúsculo, pero el primer y el único paso para conseguirlo pasa por traer del Ciutat de Valencia. Si la UD Las Palmas es capaz de dar ese primer paso, podría conseguir lo que tantos meses lleva buscando: encadenar unos cuantos resultados positivos de forma consecutiva que les ayudan a equilibrar la balanza que ahora mismo les coloca como equipo de LaLiga 1|2|3 la próximo campaña.
Sin embargo, el hecho de ver que los amarillos tienen que jugárselo todo a una carta no es una cuestión de casualidad, sino de causalidad. Todos los errores que ha ido cometiendo el club desde la negativa de Quique Setién a seguir han enviado directamente al equipo a la situación tan dramática en la que se encuentra.
Eso sí, aunque muchos hayan perdido la fe y ya lo den todo por perdido, hay que seguir creyendo, por lo menos, hasta el domingo al mediodía.
