El feliz desenlace de la final ante el Barcelona del 78

Foto: UD Las Palmas


Roque Díaz desvela que aquel partido histórico para el club amarillo en la final de Copa del Rey de 1978, pese a finalizar en derrota, terminó con buen sabor de boca por el buen trato con los jugadores blaugranas. Amarillos y culés terminaron incluso tomándose alguna copa juntos.

El colegiado de la contienda señala el final del partido, pero no todo termina ahí. Los jugadores de Las Palmas eran sabedores del calibre de la ocasión y estaban dispuestos a disfrutarla dentro y fuera del terreno de juego. Tras el pitido arbitral, los futbolistas de uno y otro equipo se acercaron a conversar y a intercambiar las camisetas para inmortalizar el día frente a las cámaras.

“Nos intercambiamos la camiseta y hay jugadores como Migueli y otros de la UD, entre los cuales me incluyo, que portábamos las camisetas del rival”, asegura Roque Díaz en la entrevista concedida a udlaspalmas.NET. Y es que a pesar de la polémica sobre el verde, los integrantes de ambos conjuntos supieron aparcar las diferencias y sacar a relucir el verdadero espíritu del deporte.


Esa misma noche, después de la gran final, volvieron a coincidir al estar hospedados en el mismo hotel de la capital de España: “Algunos terminamos tomando alguna que otra ‘copilla’ porque había finalizado todo y estábamos alojados en el mismo hotel”, concluye.