El conjunto amarillo sigue edificando su próximo proyecto y, aunque apenas han pasado unos días desde el final de la temporada, el hecho de haber descendido con un mes de antelación les ha ayudado a trabajar en la sombra.
La llegada de Toni Otero sólo es el principio. La UD Las Palmas no ha perdido el tiempo durante el último mes y ha estado moldeando el proyecto con el que espera regresar a Primera División el próximo curso. Con el secretario técnico ya anunciado, el siguiente paso será terminar de cerrar al entrenador, siendo Pepe Mel el que ocupa en este momento la pole position para sentarse en el banquillo del Estadio de Gran Canaria.
Sin embargo, esos no son los únicos movimientos que está realizando el conjunto amarillo, ya que el propio Miguel Ángel Ramírez, presidente de la entidad, anunció e informó que ya han conseguido cerrar algunas contrataciones. «Hay jugadores que ya están cerrados, pero no se puede decir nada hasta que acabe la Segunda División y las ligas europeas», explicó el máximo mandatario en UDRadio el pasado sábado.
De este modo, se empieza a concretar lo que va a ser la próxima plantilla y se empieza a vislumbrar una gran cantidad de cambios. Si bien es cierto que el empresario grancanario señaló que en Segunda «es difícil traer jugadores de renombre», tampoco es menos cierto que lo que la UD necesita en estos momentos es crear un equipo fuerte en el colectivo, sin llegar a la colección de cromos que esta temporada no ha funcionado.
Es por ello que la frase del presidente de «haremos un equipo más de hombres que de nombres» representa, quizás, un cambio a la hora de confeccionar el plantel. Este tipo de declaraciones demuestran la necesidad de Las Palmas de dejar atrás un curso cargado de errores hasta el punto de, a más de un mes para que empiece la pretemporada, tener ya atados a algunos futbolistas que formarán parte del nuevo proyecto.
