El centrocampista insular no quiere continuar en la UD y, aunque espera poder cambiar de aires durante este verano, ha pasado el reconocimiento médico rutinario antes de ponerse comenzar la pretemporada este sábado.
Uno de los culebrones del verano es el que está viviendo Pedro Tanausú Domínguez Placeres. El mediapunta de San Cristóbal no quiere seguir en la UD Las Palmas y así se lo ha hecho saber al club en alguna ocasión. No obstante, su futuro es una incógnita sin resolver a tres días de iniciar la pretemporada, una cuestión que le ha llevado a pasar esta misma mañana el reconocimiento médico obligatorio antes de empezar a entrenar.
Lo cierto es que la duda sobre qué hacer con el ’24’ está en el aire. La opción de marcharse al extranjero está abierta y tendrá que ser la entidad la que decida si la oferta que llegue a las oficinas es lo suficientemente buena como para dejarle marchar. En varias ocasiones Toni Otero, secretario técnico amarillo, ha recalcado que todo aquel que quiera salir tendrá que hacerlo mediante el pago de su cláusula, pero todo puede cambiar.
Saber manejar este tipo de situaciones puede suponer un gran avance tanto para el propio club como para el jugador. El hecho de tener un activo descontento y apagado no suele ser sinónimo de éxito ni muchísimo menos, por lo que tendrá que ser la UD la que acabe cediendo. De hecho, ambas partes saldrían ganando si se consigue firmar un traspaso con el que los amarillos podrían engordar un poco más sus cifras en el banco.
A pesar de ello, de momento Tana es jugador de Las Palmas y como tal tiene que responder a sus compromisos. En ese sentido, ya ha pasado el examen médico y está citado para comenzar a entrenar este sábado en El Hornillo, pero tarde o temprano la cuerda terminará de tensarse y las dos partes tendrán que sentarse para definir sus respectivos futuro. Toda historia tiene un final y la de Tana parece vista para sentencia.