El argentino inicia la pretemporada dispuesto a ser el jugador que todos esperan que sea, dejando atrás todas las cuestiones que le obligaron a dejar la UD para reencontrarse. En el club se esperan que ocupe un rol relevante en el proyecto insular que va a dirigir un Manolo Jiménez que lo conoce a la perfección.
Todo empieza de cero en Sergio Araujo. Empieza su pretemporada, empieza su segunda etapa en la UD Las Palmas y empieza su redención definitiva. El futbolista argentino, más maduro y centrado, ha regresado a la isla con aires renovados y con ganas de confirmar que puede volver a triunfar vestido de amarillo. Una vez ha dejado de lado todo lo que le llevó a salir de la entidad, se le presenta una oportunidad de oro para brillar.
Más allá de lo nuevo de comenzar esta etapa con Manolo Jiménez en el banquillo, la forma física que presenta el delantero es espectacular. En la primera sesión preparatoria se le ha visto finísimo y preparado para toda la carga que puedan tener las sesiones de trabajo. Eso demuestra que su compromiso es total y que la presencia del técnico sevillano es un plus más para afrontar el reto que afronta con un poco más de hambre.
Reconociendo que el mejor Araujo puede regresar y sabiendo que en 2015 se convirtió en uno de los mejores jugadores de la categoría, el ’10’ va con todo en esta temporada para convertirse en una pieza básica dentro de los esquemas con los que Las Palmas espera regresar a Primera División. La confianza del técnico ya la tiene y ahora sólo tiene que ganar peso en el juego tal como se espera que desde las altas esferas del club.
Lo cierto es que se están dando todos los ingredientes para que el argentino vuelva a transitar ese camino que ya recorrió en si primera estancia en la isla. Ahora le toca al futbolista rendir y dejar claro que puede ser una de las referencias ofensivas de la UD junto a un Rubén Castro con el que conformara una pareja de delanteros que intimida.
