El ahora central de la UD tiene tras de sí una de esas historias que, con el paso del tiempo, toma quizás más relevancia. En una entrevista concedida a Infobae repasa su carrera, incluyendo algunos relatos que muestran que no todos los jugadores tienen la misma suerte en sus respectivas trayectorias.
Martín Mantovani es uno de esos jugadores hechos a sí mismo que ha llegado ahora a Las Palmas para aportar ese granito de experiencia que todo equipo que busca el ascenso necesita. De ese modo, el argentino puede aportar un punto de vista distinto de cada situación, y más si se tienen en cuenta algunos capítulos de su carrera deportiva, ya que el central ha tenido que caminar sobre piedras descalzo hasta llegar hasta aquí.
Gracias a una entrevista en el medio argentino Infobae se han podido conocer varios episodios de su carrera donde la estafa y una noche en una estación de tren se mezclan con su llegada a la élite cuando tocó el cielo con un Leganés donde encontró su sitio.
En ese sentido, para llegar a España desde Bolonia, donde se encontraba cuando le llegó la oportunidad de recalar en nuestro país, tuvo que pasar el trago de convivir con unos indigentes. Sin dinero para poder coger una habitación de hotel pasadas las 12 de la noche, tuvo que hacer tiempo hasta las 6 de la mañana en una estación de tren para poder coger una guagua que lo llevase hasta el aeropuerto y su nuevo destino.
El defensa confiesa que, cuando se dio cuenta de dónde estaba, agarró sus «cosas e intenté pasar el rato. Con un cartón me tapé y me hice uno más de ellos. Fue un momento complicado, feo. Una experiencia diferente. Había gente borracha y que discutía, me encontré en el medio de una situación bastante extraña».
Posteriormente, en su corto paso por Rumanía tuvo que lidiar en una misma habitación con un directivo del club para el que jugaba porque no quería rescindir: «Nos encerraron en una habitación con el director deportivo y un matón Nos dijeron que nos iban a pagar, pero nos empezaron a amenazar. Fue un momento complicado, nos dijeron de todo».
Aun así, también fue estafado por un supuesto agente que le prometió una oferta en Francia. «Se me acercó un argentino y me dijo que tenía una oferta. Pidió una reunión con los dirigentes y acordó que se hiciera la transferencia en julio. Iba a ganar 6 veces más de lo que ganaba y jugar en Primera, era un paso importantísimo. Era increíble», explica el ahora ’21’ amarillo. Sin embargo, cuando llegó el momento de empezar en su nuevo destino, se dio cuenta de la situación. Mantovani relató que cuando vio lo que estaba pasando llamó a ese agente y «no respondía. Llamé a los dirigentes y pasaba lo mismo. Envié a mi esposa a su casa y descubrió que estaba desvalijada, lo habían robado todo».
A pesar de ello, cuando llegó a Leganés todo cambió tanto para el propio jugador argentino y para su familia. En la ciudad madrileña encontró estabilidad tanto en lo deportivo como económico, se convirtió en un jugador histórico y llegó a ser el capitán pepinero en Primera, algo que le valió para poder jugar ante alguien como Messi.
De ese modo, el ahora defensa de la UD Las Palmas da una lección de vida y también de fe. Aunque muchas veces fue golpeado, no dudó en levantarse y seguir luchando para, al final, alcanzar ese sitio con el que tantas veces soñó.