Algo peor que la marcha de Jonathan Viera, nos puede suceder, es la pérdida del gen ganador. Eso que Pepe Mel echo de menos en Santander o en Fuenlabrada. La afición en Badajoz o ante el Rayo o el Tenerife con 10. Queda un tramo interesante de la temporada que podemos convertirlo en un camino apasionante o en una pesadilla. Las escuadras están igualadas, marca la diferencia el coraje, la actitud, la ambición, el pundonor, las ganas… el gen ganador que no se conforma con el empate.
El diccionario dice: Gen partícula de material genético que junto con otras se muestra dispuesta en un orden fijo y determina la aparición de caracteres. Gustavo Ayon, pivot mexicano del Real Madrid decía que su equipo tiene un gen ganador y su objetivo es representar a toda la afición con el coraje y la concentración necesaria.
Los que amamos el deporte sabemos que los equipos de Croacia tienen un gen ganador y nunca regalan su victoria. O deportistas como Ronaldo o Nadal. Las Palmas sacó su gen ganador cuando remontó al Zaragoza para subir a primera, y esta temporada se ha asomado en varias rachas de victorias.
Ése es el secreto del éxito, hay plantilla, hay idea, hay personalidad, pero queremos ver ese gen ganador que provoca zarpazos desde fuera del área, remontadas con marcador en contra, como en Elche. No está tan lejos. Que no se nos contagie el empatevirus, la culpa fue del VAR o del chachá. Si ganamos al líder, podremos ganar a todos. Confiamos en que el equipo salga infiltrado de gen ganador. Ya nos toca a la afición una alegría 2020.
por Javier Fernández de Angulo
Editor de la revista Gentleman en México
Ex director de GQ, y subdirector de ELLE y VOGUE en España