A falta de dos días para el debut en la Copa de Campeones, Alejandro Rodríguez recibe a udlaspalmas.net para explicar sus sensaciones de cara al campeonato y su paso por el Barcelona.

Pocos jugadores son capaces de marcar la diferencia y tener la oportunidad en una cantera tan exigente como la del Fútbol Club Barcelona. Alejandro Rodríguez demostró su calidad y tomó rumbo a La Masía para triunfar de blaugrana, pero «fue un poco extraño porque era muy pequeño», lo que le hizo imposible su adaptación, según explica.
Aún así, el jugador grancanario se queda «con las cosas buenas» que le aportó un estilo de vida donde «se aprende un fútbol muy bueno, una vez que estás mucho tiempo en contacto con el balón». De hecho, lo considera «un fútbol totalmente distinto», por lo que sin duda ha sido «un gran paso en su vida», apunta.
Coincidió con «casi todos los compañeros» del rival de este lunes en la Copa de Campeones de Vigo. Destaca a Sandro, «un jugador que marca las diferencias», señala por lo que «le puede afectar al Barça» su ausencia. Estuvo tan solo dos meses en Can Barça: «La adaptación me costó mucho: al principio fue muy duro, tuve un tramo en que lo aceptaba pero luego me volvía a dar la ‘bajona’ fuerte», explica.

Con minutos en Las Palmas Atlético —su último partido fue en La Gomera— el jugador reconoce que «durante esta temporada no ha terminado de encontrar el sitio», pero llega a la Copa de Campeones «a tope», una vez que «las lesiones no le han respetado mucho», manifestó.
Ese paso por la Tercera División, donde ha aprendido «a ver de otra manera los ritmos de los partidos», puede ayudar en el torneo estatal, donde Las Palmas llega con la ilusión de dar la sorpresa: «Hemos intentado corregir los pequeños detalles que marcaban las diferencias en otras temporadas, pero no han demostrado ser muy superiores a nosotros», dijo con respecto a sus pasadas participaciones.
Alejandro Rodríguez admite que «tiene una sensación» positiva: «Este puede ser el año de la Unión Deportiva», señaló. No quiere desaprovechar una oportunidad única, de esas oportunidad que «se dan poco en la vida», confiesa. Para doblegar al Barça, el mediapunta amarillo receta «aprovechar nuestras oportunidades», porque va a ser muy difícil «quitarle la posesión del esférico».