OPINIÓN | La plantilla de la Unión Deportiva ya es una realidad. Incompleta, pero una realidad. Tras varios meses de rumores, de internacionales que no fichan, delanteros «buenísimos» con los que se negocian, brasileños youtuberos de nombres cómicos, repatriados de la Marca Las Palmas, conflictos internos que se filtran y rescisiones que no se producen, por fin podemos decir que el mercado ha cerrado. Si el resultado ha sido positivo, ya es harina de otro costal.
En junio, Miguel Ángel Ramírez daba una rueda de prensa en la que marcaba la hoja de ruta en materia de fichajes que iba a acometer la dirección deportiva. Se pretendía dar la baja a diez futbolistas y se pretendía fichar a cinco: un central, un lateral derecho, un mediocentro, un hombre de banda y un delantero. Han llegado nueve fichajes mientras que David González y los hermanos Suárez siguen vinculados contractualmente al club. No se cumplieron los objetivos marcados, seamos justos. El trabajo no se ha hecho bien y eso debe tener sus culpables.
Dejando a un lado las promesas realizadas a lo largo de estos meses –la mayoría de ellas no cumplidas – los fichajes de la Unión Deportiva se pueden clasificar en dos grupos. Los que ilusionan y los que no. Los que implican un salto de calidad y los que están de relleno. Los que eran necesarios y los que no. Los ‘galácticos’ y los ‘bluff’. Los ‘Valerones y Galanes’, que diría la Central Lechera periodística.
Porque sí, hay jugadores cuya incorporación aún no se entiende. Más allá de su calidad o de sus fundamentos como futbolista, no es comprensible que lleguen para ocupar un puesto que ya está cubierto mientras que las posiciones más desguarnecidas se han reforzado el último día, en algunos casos, o ni siquiera se han reforzado, en otros.
Tenemos tres laterales izquierdos y tres laterales derechos, oiga. Pero es que al final sólo juegan dos. Tenemos tres mediocentros del mismo corte futbolístico, pero es que este equipo juega actualmente con un único pivote. Podemos ilusionarnos con los nombres que han llegado, por supuesto. Ya quisieran los otros 21 equipos de la categoría contar con Valerón, con Ángel, con Masoud o con Aranda. Ya quisiera Las Palmas tener un mediocentro que juegue al fútbol, pensarán ellos. No nos quedemos a mirar la humareda, miremos más allá de la cortina de nombres que nos han dejado sobre la mesa. La planificación de la plantilla ha sido mala a todas luces, y ese es el verdadero problema.
Sin embargo, ya no hay vuelta atrás. “Estoy es lo que hay y con esto tenemos que tirar” pensará Lobera. El objetivo de la temporada también se marcó en junio: repetir, como poco, lo hecho el pasado año. Veremos si esta vez se cumple. De momento, partimos en desventaja en la tercera jornada de liga.
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por Nauzet Robaina
@NauzetRo
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