Tras la victoria de la Unión Deportiva Las Palmas ante el Nástic de Tarragona (3-2), Paco Jémez compareció en rueda de prensa con un claro mensaje de prudencia, pero con el alivio de haber disipado muchas de las dudas a las que el proyecto de cantera se enfrentaba. “Queremos mejorar y queremos hacerlo mejor”, aseveró.
La victoria, para Jémez, “es un paso firme” pero “no podemos tirar las campanas al vuelo”, espetó. Cuestionado por la gran frescura y el gran dinamismo de jugadores como Jonathan Viera y Vitolo, manifestó que “han dejado a las claras que ellos hablan en el campo y que son responsables de sus actos. Es un tema [el de su salida en Lanzarote] que ya está olvidado, y han demostrado que son dos jugadores importantísimos para nosotros. Si siguen su progresión tienen el techo muy alto. Todo el mundo tiene muchas expectativas puestas en ellos”, adujo.
Jémez resultó expulsado –es la tercera ocasión que sufre esta tesitura-, a lo que explicó que fue “con toda la razón del mundo”, y que ante la decisión del árbitro Del Cerro Grande no tenía “nada que objetar”.
Empezar con un triunfo siempre es importante. “No solo a nivel de resultado”, sino también de sensaciones. “Somos valientes, atrevidos… en la línea que yo quiero. Independientemente que podamos jugar mejor o peor, nos vamos a dejar la piel en el campo. Ojalá que este triunfo sirva para que más gente se acerque al club y quiera ser partícipe también en el campo”, dijo.
Sin embargo, a pesar de despejar muchas dudas, Jémez es consciente que el discurso no debe cambiarse. “Esta categoría es muy perra”, añadió, “no todos los días van a ser fiesta y tenemos que madurar muchísimo ya que hemos cometido errores”. Su deseo es que el equipo tiene ser que “autocrítico”. “Nos quedan muchas cosas por mejorar, y voy a ser el primero que no voy a dejar que nadie se acomode. Hoy hemos sufrido desde la parte positiva”, explicó.