Los malos presagios de Alcorcón tienen su inicio en el fatídico partido del 12 de febrero de 2011, con una alineación revolucionaria de Paco Jémez que acabó con un 5-0, todos los goles en la segunda mitad.
Cuando los aficionados amarillos nombran Santo Domingo un frío escalofrío les recorre la espalda. No es para menos, visitar al Alcorcón siempre ha sido un horror. Y es una cuestión de la última década. Los grancanarios se han pegado batacazos, uno tras otro.
El global de los partidos en Santo Domingo es de seis victorias para los madrileños, dos empates y cero victorias para los grancanarios. Pero, sin duda, el malfario comenzó el 12 de febrero de 2011.
En aquel partido, Paco Jémez intentó una revolución después de una temporada que fue de más a menos. Debutó Hernán junto a prácticamente un inédito Borzani. Pedro Vega se lesionó en el minuto 7 dando entrada a Sergio Suárez, que ahora triunfa en el Port FC del fútbol tailandés.
Las Palmas en la primera mitad, con una defensa conformada por Samuel, David García, Lequi y Pignol, aguantó las envestidas locales, incluso Mauro Quiroga contó con alguna ocasión para adelantar a los grancanarios. Edixon Perea, otra de esos ‘fichajes intrascendentes’ de aquella época, también fue titular.
La debacle llegó tras el descanso. Fueron cayendo los goles. Quini al primer minuto, Borja en el 58, doblete de Quini en el 78; luego Gerardo en el 84 y Paco Montañés en el minuto 92. Las caras de los jugadores eran un auténtico poema. La de Jémez, más.
Tras una rueda de prensa repleta de malas contestaciones a las preguntas de los periodistas, la UD Las Palmas regresó a Gran Canaria con más dudas que nunca, en una temporada que acabaría salvando Juan Manuel Rodríguez.
Alcorcón es un dolor de muelas para la UD Las Palmas, que este sábado tiene que ganar para espantar fantasmas. Nuevamente. Alcorcón, kilómetro cero.
