Tres movimientos ganadores desde el banquillo

Ortuño 'enchufó' la primera que tuvo / Toño Suárez (udlaspalmas.net)

CONTRACRÓNICA | Tocó a sufrir una vez más para que la Unión Deportiva Las Palmas se llevase los tres puntos que le permiten mantenerse en el liderato y recuperar el terreno perdido en las últimas dos semanas. Paco Herrera cambió el sistema en la segunda parte tras el mal primer acto y su variación de piezas resultó ser un movimiento ganador con la superioridad numérica en el terreno de juego.

No estaba siendo el mejor partido del conjunto canario como local, ni mucho menos. Las Palmas no encontraba la manera de superar la presión alta del Mallorca y el equipo no era capaz de enlazar con los atacantes con la fluidez necesaria para generar acciones de verdadero peligro. Hernán y Culio tuvieron poco peso en la gestación del juego durante los primeros cuarenta y cinco minutos en los que el cuadro insular formó con un 4-3-3, un esquema distinto al que había probado el técnico en los últimos encuentros en los que habían jugado con un rombo en el centro del campo y dos delanteros.

Con este dispositivo en el que Viera actuaba partiendo desde la izquierda y en el que el único desahogo para la salida de balón era por los laterales, los chicos de Herrera no conseguían superar con facilidad la primera línea del conjunto bermellón. Todo se complicó aún más después del gol inicial de Arana ya que con la ventaja en el marcador el adversario juntó aún a más hombres por el centro, más replegados, evitando que los amarillos circulasen por esa zona del campo.

Hubo que esperar para que el entrenador de Las Palmas variase su planteamiento buscando un modo de penetrar en el muro mallorquín. Fue al inicio del segundo tiempo, centrando y retrasando la posición de Viera para que éste entrase más en contacto con el cuero. Además, la expulsión temprana de Arana contribuyó a que el movimiento fuese aún más eficaz ya que obligó al bando de Karpin a replegarse en inferioridad numérica con el objetivo de mantener el resultado.

El preparador local reaccionó al instante: Ortuño entró a un terreno de juego del que salía Roque. De este modo, Las Palmas pasaba a contar con dos hombres en el centro del ataque mientras que atrás cerraba con tres centrales, incrustándose Javi Castellano en la defensa, para dejar las bandas enteras a Nauzet Alemán y Dani Castellano.

Poco después Valerón entró al campo como encargado de encontrar ese último pase tan necesario cuando las defensas rivales se repliegan. El de Arguineguín estuvo muy fino en sus intervenciones pero fue finalmente Ortuño quien se inventó el gol del empate con una gran maniobra dentro del área.

La idea de Herrera funcionó para empatar el partido pero la remontada fue cosa de un compendio entre equipo y afición. Los más de catorce mil que poblaron las gradas del Gran Canaria en la fría noche que despedía el mes de enero se volcaron hasta el final del encuentro y, con superioridad, Las Palmas embotelló a su rival con ocasiones continuas. Llegaba tanto el equipo canario que el gol tenía que caer de maduro. Y cayó Araujo derribado en el área para que Momo metiese la diana ganadora desde los once metros.

La Unión Deportiva Las Palmas volvió a tirar de épica para sacar adelante un partido en el que estaba por detrás en el marcador y que terminó ganando. Esta vez, sin embargo, tuvo mucho que ver en la remontada la decisión de su entrenador de saber rectificar un planteamiento que no funcionaba. Lo más importante es que lo hizo a tiempo.

Valerón fue fundamental para la remontada / Toño Suárez (udlaspalmas.net)
Valerón fue fundamental para la remontada / Toño Suárez (udlaspalmas.net)










Artículo anteriorNadie gana en pasión al líder (2-1)
Artículo posteriorLos amarillos ante el Mallorca, uno por uno