Cuando el fútbol se convierte en una ley Física



Jesús Izquierdo

La primera ley de Newton, o leyes del movimiento, especifica que la inercia es la propiedad de los cuerpos de no modificar su estado de reposo o movimiento si no es por la acción de una fuerza. Esa fuerza que modifica el estado de la UD Las Palmas procede de dos frentes. En primer lugar, la afición, que se encargó de sacar al equipo del purgatorio, antesala del infierno, la temporada pasada en el último partido de liga ante el Nástic. En segundo lugar el juego practicado por el equipo de Paco Jémez en este inicio de temporada.

La presente temporada ha comenzado con un verano, atípico cuanto menos, marcado por la austeridad económica y un proyecto, a priori cogido con pinzas, en el que la cantera saltaba a la palestra por necesidad más que por convicción. ¡Menudo “marrón” para los chavales!

Muy pocos confiaban en el reto que asumía Jémez al final de la pasada temporada. La temporada acaba con la salvación, la música de viento y los pañuelos hacia el palco. La afición señalaba a Miguel Ángel Ramírez y  a Juanito con el dedo. Pero el fútbol tiene estas cosas. Año nuevo, vida nueva. Parece que el proyecto de cantera ha empezado con buen pie. Los desconocidos canteranos se han confirmado en el equipo en tan sólo cuatro partidos de liga. ¡Tan sólo cuatro partidos! Queda un mundo y la Segunda División es una categoría muy dura. La visión global es muy diferente. Se aprecia un halo de luz en un cielo, el de los últimos años, que era oscuro tirando a negro. Ciertamente era muy negro. El buen juego y  los resultados han ejercido de fuerza motriz para que la parroquia amarilla, acostumbrada a los varapalos en los últimos tiempos, se ilusionara sólo con ver que los patrones de la vela chica se atreven a bajar la pelota al césped y con un descaro desmedido mirar a los ojos a los rivales. Cuando las cosas van bien, tienden a ir mejor. Los veteranos, que no mayores, parecen rejuvenecidos en espíritu. El equipo juega bien, gana y la gente está contenta. ¿Qué más se puede pedir?


No esperemos que Vitolo juegue siempre como contra el Alcorcón. Pero sí hay que esperar, y exigirle que lo intente. Hay que exigirle a los canteranos, porque nos han demostrado que se puede apostar por ellos. Como los buenos toreros han tomado la alternativa en una plaza, que estando en Segunda, es de Primera. La afición de la UD es muy exigente en cuanto a buen fútbol se refiere. Es muy difícil conseguir las dos orejas en el Gran Canaria. Es muy difícil ser profeta en tu tierra. Los jóvenes saben de la exigencia y el peso de esta camiseta. Pero también saben que cuando se caigan al suelo, la afición estará detrás de ellos para ponerlos en pie.

En la península se vuelve a hablar de los diablillos amarillos. Esta semana tuve la oportunidad de hablar con José Antonio Martín “Petón”, uno de esos hombres de fútbol con los que te sientas a comer y hablando de fútbol te llega la hora de la cena. Petón habla maravillas de la cantera canaria. “La cantera de la UD es la más brillante de España, no sé si la mejor, pero seguro que sí es la más brillante”. Ante el Alcorcón vimos nueve canarios sobre el campo y en los resúmenes nacionales Las Palmas practicando un fútbol espectacular. Incluso va más allá: “Ahora mismo si quieres ver buen fútbol tienes que ir a Las Palmas”.

No es aconsejable lanzar campanas al vuelo. La euforia desmedida es traicionera. Pero no podemos negar la calidad del juego de nuestro equipo. Ellos, los jugadores, ya han dado el primer paso, ilusionar a una afición maltratada, pisoteada, desatendida, olvidada, desamparada…, y un sinfín de adjetivos descalificativos. Vamos paso a paso, pero ahora dejadme disfrutar. En realidad es hora de disfrutar de la inercia amarilla. No me llames iluso, porque el sábado me voy al Gran Canaria a ver a los “diablillos amarillos”.

Jesús Izquierdo, periodista de Radio Marca