La visión empresarial, un acicate



Ramírez, en una imagen de archivo / udlaspalmas.es

Que Miguel Ángel Ramírez es, además de presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, un empresario consagrado, no es ningún secreto. Y que este año está imprimiendo ese carácter de gran empresa al Club se ha visto reflejado en dos medidas tan contundentes como alentadoras. La primera la desveló este miércoles Sergio Lobera en su prometedor discurso: le han comunicado que solo renovará si cumple el objetivo del ascenso. La segunda la conocíamos también esta semana; el ultimátum recibido por la comisión deportiva si no se consigue el mismo fin.

Es decir, todos reman en la misma dirección tras años deambulando. Hasta el recién aterrizado Branko Milovanovic aseguró que será el primero en marcharse si no logra el (por fin) ambicioso objetivo marcado para este curso. Y es que, en este sentido, ejercer la máxima empresarial de «si tú no haces lo que te pido, te cambio por otro», debe alimentar los esfuerzos de cada empleado del Club y las alicaídas esperanzas de la afición. Cuando uno ve su futuro profesional en entredicho, no tiene más remedio que hacer todo lo posible para complacer a su jefe.

Y para ello se ha traído a un entrenador que en poco más de media hora ha formulado frases con más contenido futbolístico que su predecesor en año y medio. Desconocido pero valiente, avalado por la labor en la mejor cantera del mundo y con una sensatez envidiable al menos en su oratoria, es el turno para que Lobera demuestre con su trabajo que la apuesta de este año va más allá de la mera palabrería. Encaramos un año optimista, en el que a priori disfrutaremos de un juego más vistoso que en tiempos pretéritos. Si se traduce en éxitos, todos satisfechos. Si no, todos sabemos que los resultados mandan en este mundo. Igual que en cualquier empresa.


Carlos Torrent es periodista

@ctorrent