
Sergio Lobera afronta el próximo sábado un ejercicio de reinvención. Con las bajas confirmadas de Jeison Murillo, Vitolo y Thievy —Pío XII no recurrirá a sus amonestaciones ante el Comité de Competición—, el técnico maño pierde a tres de sus hombres diferenciales en el once. Unas ausencias significativas que obligarán a cambiar hombres y automatismos, principalmente en la vanguardia.
Gran parte del juego ofensivo de la Unión Deportiva Las Palmas en sus encuentros en el Estadio de Gran Canaria se basan en el juego diferencial, en ocasiones anárquico, de Thievy Bifouma. Su explosividad y capacidad de generar espacios son una baza capital para los amarillos. Tanto en el juego de combinación, como en el juego directo, Las Palmas se beneficia sobremanera de la actuación generadora del parisino. Las defensas contrarias desconocen sus movimientos, lo que proporciona más libertad a sus compañeros. Ante el Barcelona B queda la duda de cómo se adaptará el equipo a jugadas y salidas al contragolpe, de seguro, más estáticas y sin claridad.
La baja de Vitolo también será notoria en este aspecto. El jugador grancanario y el parisino se buscan constantemente, teniendo habilidad para conectar en jugadas que transcurren a gran velocidad.
Alternativas
Lobera cuenta con opciones dentro del banquillo, aunque ninguna podrá simular los automatismos que se disponen con Thievy sobre el tapete. Tanto Andy Pando como Tato son jugadores más estáticos, con otras características. Todo hace pensar que ante el filial blaugrana formen pareja de baile el nigeriano Macauley Chrisantus como referencia, y Tato descolgado, en función de enganche. Asimismo, se espera la evolución médica de Javi Guerrero quien arrastra unas molestias que la han impedido participar en los últimos encuentros con normalidad.
Sea como fuere, el sábado se despejará la duda del magnetismo real que Thievy protagoniza en esta Unión Deportiva Las Palmas.