“Hemos fichado al mejor jugador de Segunda División”, dijo Miguel Ángel Ramírez henchido de orgullo cuando se dio a conocer la incorporación de Nauzet Alemán que volvía a la que fue su casa. El hijo pródigo regresaba a la Unión Deportiva para ser el abanderado del proyecto de ascenso. Pues bien, ha llegado su hora.
Cuando el equipo estaba en su peor momento él respondió. Tras haber jugado toda su carrera en la banda, se reconvirtió en como mediocentro, una posición que él había enterrado desde su etapa formativa. No podemos dudar del sacrificio que ha realizado el catorce amarillo desde su llegada. Ha ejercido de líder sobre el terreno de juego siendo el primero en protestar cada acción así como el primero en aplaudir a sus compañeros cuando estos fallan. Ha cumplido su faceta de capitán.
Sin embargo, los que recordamos sus mejores hazañas sobre el césped aún pedimos un poco más. Echamos de menos a ese futbolista que el pasado año daba un nivel increíble en el Valladolid siendo artífice de su ascenso. Aquel que cabalgaba por la banda diestra y colocaba un centro medido a la cabeza de Marcos Márquez para que el ascenso a Segunda fuese una realidad. A ese jugador que nos hizo soñar en Anoeta marcando un gol imposible cuando parecíamos condenados al infierno.
Nauzet Alemán fue el héroe del retorno de la Unión Deportiva Las Palmas al fútbol profesional y ahora debe ser el hombre que abandere a esta plantilla hasta la Primera División. A falta de cuatro semanas para que termine la competición, el papel de un hombre que ha vivido un ascenso a la máxima categoría se prevé fundamental en esta etapa. El espíritu de Anoeta debe volver a renacer. El ‘Pum Pum, Alemán’ ha de resonar de nuevo en las entrañas del Gran Canaria para que su eco retumbe hasta el Olimpo del fútbol español.
[box size=»large»]por Nauzet Robaina
@NauzetRo
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