Una desconexión que comienza a ser habitual



Dura derrota de la Unión Deportiva Las Palmas que perdió una preciosa oportunidad para colocarse como segundo clasificado dentro de los puestos que otorgan el ascenso directo a la máxima categoría del fútbol español. No pudo ser. Las Palmas, que comenzó ganando, se diluyó con el paso de los minutos y no fue capaz de mantener una línea de continuidad dentro de su juego, causa fundamental para que el Hércules remontase el partido.

Tuvo en sus haber la posibilidad de colocarse en puestos de ascenso directo pero la Unión Deportiva no lo aprovechó. El equipo de Sergio Lobera no encontró la manera de sacar un resultado positivo del Rico Pérez y se marcha de territorio alicantino sin recompensa y con un cúmulo de dudas que acechan la trayectoria del equipo amarillo.

Chrisantus, autor del gol amarillo / Foto: LFP.
Chrisantus, autor del único gol amarillo / Foto: LFP.

Y todo ello, a pesar de que Las Palmas jugó unos muy buenos primeros minutos. Es habitual esta temporada que Las Palmas comience bien los partidos: ocurrió en El Molinón y pasó también ante el Alcorcón en el último choque que disputó el conjunto insular en su estadio. Sin embargo, tan habitual resulta esos primeros buenos minutos como la desconexión posterior que acarrea normalmente.


Quizá sea falta de ambición o puede que simplemente sea la necesidad de querer mantener la portería a cero agarrándose al tanto anotado como a un clavo ardiendo. Por una o por otra, Las Palmas no termina de sentenciar los partidos cuando puede hacerlo y sufre un proceso de tranformación que provoca que las buenas sensaciones iniciales se traduzcan en una temeridad reflejada en un equipo que sufre tras ceder el balón al rival.

Marcó Chrisantus un gol que vino precedido por una obra de arte de Juan Carlos Valerón, que nuevamente fue uno de los mejores de la disciplina canaria. Un pase elevado del mediapunta de Arguineguín sirvió en bandeja el tanto al ariete nigeriano que no falló y engorda sus estadísticas personales. No obstante, Las Palmas desapareció del encuentro a partir de ese momento y el Hércules lo aprovechó. Fruto de las sucesivas ocasiones que crearon los alicantinos en el tramo siguiente al tanto de la Unión Deportiva, llegó el premio del gol. Eldin Hadzic, en una clara posición antirreglamentaria, empujó hacia el fondo de la portería un balón muerto en el área.

Sin ideas tras el gol de Sissoko

La sentencia fue aún más cruel. Uno de esos goles a los que llaman psicológicos que minan la moral del equipo rival por el momento en que se producen. En el primer minuto de la segunda parte, Sissoko anotó el que puede ser el gol de la temporada al rematar de volea un balón en la frontal del área y situarlo en la escuadra de la portería de Mariano Barbosa, todo ello sin mirar en ningún momento al marco. Una obra de arte.

A partir de entonces, el equipo canario jugó a remolque. Con la necesidad de remontar el resultado adverso, el nerviosismo y la precipitación se apoderó del cuerpo de los futbolistas de Las Palmas. Lobera acumuló a muchos futbolistas de perfil ofensivo en el último tramo del encuentro pero ni así fue el equipo capaz de generar ocasiones de peligro.

La derrota saca a la Unión Deportiva de los puestos de playoffs y hacer que vuelvan a relucir los déficits de un equipo, que a pesar de contar con múltiples recursos, no es capaz aún de identificarse a sí mismo como un bloque ganador y demoledor. La pérdida de continuidad hoy se pagó muy cara,  y lo peor es que esa desconexión tras los goles comienza a ser habitual.