Sobre la bocina y con el agua al cuello pero ganó la Unión Deportiva Las Palmas en el partido que podría haber supuesto el fin de un ciclo en la entidad. Pero no ocurrió. Y no sucedió, en parte, por la reacción que mostró el equipo tras el gol encajado y a través de una actuación imperial de Carlos Aranda. El malagueño se puso el traje de Juan Carlos Valerón tras sustituirle mediada la segunda mitad y regaló dos asistencias que sirvieron la remontada del equipo.
Arrancó por banda izquierda tras recibir una apertura de Apoño, encaró, se marchó de los dos que salieron a su paso y puso el balón en el segundo palo para que Masoud anotase un gol que hizo vibrar al Gran Canaria como hace meses que no ocurría. La gran jugada de Carlos Aranda fue el colofón a unos últimos veinte minutos de infarto en el recinto de Siete Palmas en el que la UD fue capaz de remontar el tanto adverso de Gerard Bordás.
Y es que todo parecía teñirse de negro una jornada más tras el gol del equipo catalán. El atacante del Girona recibió absolutamente sólo en la frontal del área y sin presión de ningún defensor amarillo, y definió a la base del poste derecho que defendía Mariano Barbosa. Un gol que llegó en el segundo acto, después de que el conjunto insular hubiese llevado el peso del partido a lo largo hasta entonces, aunque sin éxito de cara a la portería rival.
Tras cuatro encuentros consecutivos sin anotar un gol, el panorama se antojaba asolador. No obstante, los cambios que había realizado Sergio Lobera minutos antes al gol de Bordás, resultaron decisivos en el desenlace del choque. Aranda y Masoud ingresaron al verde en sustitución de Valerón y Tana, y aunque el cambio del 21 fue pitado por la grada, es justo decir que al entrenador aragonés le salió bien su propuesta.
Salió bien porque Aranda así lo quiso. Discutido en muchas ocasiones por su tono físico, nada adecuado, y por su compromiso con la causa, el delantero malagueño se reivindicó con una actuación a la altura de un jugador acorde al cartel que traía a su llegada. Un pase en profundidad de Apoño fue aprovechado por el ariete que ante la salida del portero Becerra, decidió ceder el cuero a su compañero Asdrúbal para que anotase el empate a puerta vacía.
Asimismo, se vistió de asistente también en el segundo tanto de la Unión Deportiva en los minutos finales del partido. Una vez más, volvió a recibir el cuero por parte de Apoño, aunque esta vez más alejado del área rival y arremetió contras la meta de Becerra. Le salieron al paso dos defensores, pero no le importó. Con una finta se deshizo del primero y apurando la carrera hasta línea de fondo logró evitar la entrada del segundo, al tiempo que ponía un centro al segundo palo que remató Masoud a la red. Aranda y Masoud, los dos cambios de Lobera.
La victoria sirve para que Las Palmas vuelva a situarse provisionalmente en puestos de playoffs pero, sobre todo, puede ser un punto de inflexión para cambiar la dinámica negativa que arrastraba el equipo y disipar las dudas en torno a algunos futbolistas y al propio entrenador. Hoy no solo venció la Unión Deportiva. Aranda y Lobera también ganaron varios enteros.
