La UD Las Palmas naufragó en su estreno en LaLiga en un encuentro donde se notó de forma clara la falta de un jugador que dotara de más rigor al centro del campo. El experimento de Lemos no le terminó de salir a Manolo Márquez.
No Roque, no party. Esa frase podría ser la manera perfecta de definir el caos que ha sufrido la UD Las Palmas en su centro del campo durante su estreno en Mestalla. Los amarillos sufrieron para sacar el balón desde atrás y cayeron de lleno en esa telaraña que fue la presión de un Valencia que supo encontrar el punto débil de su rival. Los hombres de Manolo Márquez no pararon de perder balones en la construcción y, de esa forma, era muy difícil que los jugones entraran en calor.
La apuesta por Mauricio Lemos en esa posición, como único pivote, no salió del todo bien. El uruguayo estuvo perdido, desubicado en muchos momentos y con demasiado trabajo. No supo canalizar el flujo de juego grancanario en pocos momentos del choque y una amarilla que vio en la primera mitad le hizo cortarse a la hora de ser contundente en defensa, pero hay que recalcar que esa no es su demarcación y es complic
Eso obligó a que hombres como Viera y Tana se desgastasen de más a la hora de intentar llevar el balón hacia la portería de Neto. La baja de Fabio a última hora fue, quizás, un problema de más para un Márquez que en la previa tenía bastante claro que quería juntar al canterano con Lemos en su centro del campo. Además, la expulsión de Halilovic hizo mucho daño a la idea de partido que tenía el catalán.
Lo que parece claro es que Las Palmas necesita un jugador que ayude en el centro del campo y que aporte un poco más de claridad a la hora de sacar el balón a la vez que pueda ayudar en defensa. La salida de Roque no se ha paliado y eso, sumado a que Vicente está lesionado, han llevado a los amarillos a estar un poco perdidos en unas tareas en las que un pivote es vital. A pesar de que los grancanarios no bajaron los brazos durante el choque, la vida sin un ‘6’ es muy difícil.
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