El extremo grancanario se toma con naturalidad su regreso al Sánchez Pizjuán y se muestra, en declaraciones a La Provincia, resignado por el recibimiento hostil que podría recibir este miércoles a partir de las 21:00 horas.
«¿Y qué le voy a hacer?». Así de simple. Vitolo no tiene ningún tipo de miedo por su regreso a Sevilla y su reencuentro con la afición sevillista. El extremo grancanario expresó en La Provincia de esa manera su resignación ante el posible mal recibimiento en ese encuentro del Sánchez Pizjuán tras el entrenamiento regenerativo que los titulares de la UD Las Palmas ante el Athletic realizaron durante esta misma mañana en El Hornillo.
El jugador amarillo se muestra tranquilo a dos días de ese partido señalado a fuego en el calendario. Vitolo sabe que será el centro de las miradas y se lo toma con calma, aunque recalcó que, antes que nada, debe ser Manolo Márquez el que le convoque. Precisamente, el técnico catalán decía ayer en sala de prensa que lo normal es que el canterano «viaje. Si luego no viaja, aceptaré todo tipo de críticas”.
A pesar de ello, todo indica que el futbolista internacional por España está en plenas condiciones para formar parte de la expedición que partirá hacia Andalucía mañana a mediodía junto al resto de compañeros que sean citados por el técnico amarillo. Esa cuestión fue ratificada por un Vitolo que aclaró esta mañana que su rodilla «ya está bien» aunque todavía está «un poco falto de ritmo» para poder estar a tope.
Lo cierto es que durante la última semana se han ido sucediendo una serie de declaraciones e informaciones que han calentado un poco el encuentro, empezando por el comunicado que el Sevilla publicó el pasado lunes en el que explicaba que iban a denunciar a todas las partes implicadas en el ‘Caso Vitolo’.
El miércoles, a partir de las 21:00 hora canaria, el Ramón Sánchez Pizjuán podría abrirle las puertas de nuevo a un jugador que llegó a convertirse en capitán del Sevilla. El regreso de Vitolo al feudo nervionense sigue generando controversia a pesar de la tranquilidad que el futbolista ha mostrado desde el segundo uno.
