Los amarillos tienen que pisar el acelerador y empezar a sumar puntos cuanto antes para reengancharse a la pelea por la salvación. Teniendo en cuenta los números de las últimas 10 temporadas, los grancanarios tendrían que cambiar la dinámica más pronto que tarde para evitar el infierno.
La UD Las Palmas ya tiene la calculadora en la mano. Los amarillos hacen cuentas y retrospectiva para ver dónde está el límite del descenso. Los números se amontonan dentro de las cabezas de los integrantes de un club que sabe que nada a contracorriente en una carrera donde la salvación se ha puesto a 5 puntos. Y aunque esa coyuntura ya es peligrosa, el tiempo para lograr el objetivo empieza a agotarse.
Las Palmas tiene una red de seguridad ínfima a la que agarrarse después del tropiezo ante el Levante. Los insulares no tienen demasiado margen de error y eso les obliga a una reacción fugaz, sobre todo, si se tiene en cuenta la historia reciente de LaLiga. De hecho, con los números en la mano, la necesidad de puntuar se ha convertido casi en una cuestión más que vital para la subsistencia de la escuadra insular en Primera División.
Observando los números de los últimos 10 cursos, la UD estaría obligada a sumar un total de 34 puntos en las 26 jornadas que restan si quiere salvarse de la quema. A lo largo de este periodo, la salvación en LaLiga ha estado en torno a la cifra de 40 puntos a pesar de que, en algún caso, no ha sido suficiente para evitar el descalabro. No obstante, esa circunstancia sólo ha sucedido en 4 de las 10 temporadas anteriores ésta.
Por lo tanto, existe un atisbo para la esperanza. Las Palmas está a tiempo de reconducir su destino hacia un escenario más tranquilo con el que poder sobrevivir en la mejor liga del mundo. El conjunto que preside Miguel Ángel Ramírez tiene mimbres para seguir competiendo con los mejores el próximo año, pero la remontada tiene que comenzar ya. El tiempo apremia y el tren de Primera no espera por nadie.