«Miguel Ángel Ramírez va a seguir»



Según el periodista Manu Carreño (Cadena Ser), el presidente amarillo no va a abandonar la UD Las Palmas a pesar del descenso a Segunda División y ya está preparando un nuevo proyecto para el próximo curso con el objetivo de regresar lo antes posible a la élite del fútbol español.  

Aunque los rumores de venta habían quedado en el olvido, Miguel Ángel Ramírez tiene claro que seguirá como presidente de la UD Las Palmas. Esta información, que ya era prácticamente vox populi, fue ratificada en la noche de ayer por Manu Carreño durante la emisión de El Larguero de la Cadena SER tras la derrota amarilla ante el Betis.

El presentador comentó antes de finalizar su conexión en directo con el Villamarín que el máximo mandatario amarillo continuará siendo «máximo accionista y presidente de la UD Las Palmas la próxima temporada» y añadió que el propio Ramírez ya «está trabajando en un nuevo proyecto para devolver al equipo cuanto antes a Primera División».


De este modo, el cuadro insular mantendrá parte de su estructura cuando empiece a competir en LaLiga 1|2|3 a partir del próximo 18 de agosto. El nuevo plan para regresar a la élite del fútbol español estará dirigido por el actual presidente.

Movimientos en la confección de la plantilla

Con Ramírez como principal gestor del nuevo proyecto, la UD Las Palmas ya está moviéndose en el mercado y los primeros nombres están empezando a sonar. A falta de despejar la duda de si Jémez continúa o no, los amarillos han apuntado en su agenda al delantero gallego Borja Iglesias como una de las opciones para reforzar su ataque.

Además, la entidad insular ya está trabajando en la renovación de Chichizola y más o menos tiene claro qué posiciones debe mejorar para el próximo curso. Asimismo, están dispuestos a escuchar ofertas casi por cualquiera de los jugadores que ahora mismo tengan contrato en vigor con el club como Bigas, Ximo, Tana o Vicente Gómez.

Con mucho tiempo para que empiece la pretemporada, la UD tiene por delante una ingente cantidad de trabajo y en las oficinas del Estadio de Gran Canaria saben perfectamente, por experiencia propia, que no pueden dejar los deberes para el final.