El partido que se disputa el próximo sábado en el Estadio de Gran Canaria enfrentará a dos equipos que llegan en dinámicas completamente distintas. Los amarillos están inmersos en una clara depresión en cuanto a resultados se refiere, y los rojillos se encuentran en el mejor momento de la temporada.
Dos equipos históricos, clásicos de la Primera División, llegan al choque del próximo sábado en situaciones claramente contrapuestas. La UD Las Palmas no conoce la victoria desde hace más de 80 días, o lo que es lo mismo, desde el 20 de octubre, cuando consiguió vencer al CD Numancia por 3-0. A partir de este día todo comenzó a torcerse, los buenos resultados desaparecieron y los amarillos se abonaron a los empates. Y es que, de los últimos treinta puntos en juego, Las Palmas tan solo ha sido capaz de sumar siete, empatando en siete ocasiones y mordiendo el polvo en otras tres.
Muy distinta es la situación del Club Atlético Osasuna, que hace poco más de diez jornadas ocupaba la posición en la que se encuentran en estos momentos los amarillos y veían muy lejos el quinto lugar que mantenía por aquel entonces la UD. Ahora las tornas se han cambiado, y es Las Palmas quien ve muy lejos al conjunto navarro. El Osasuna ha logrado obtener veintitrés puntos de los treinta que habían en juego, pasando de estar pendiente de los equipos de abajo a ver cómo los puestos de ascenso directo están a tan solo tres puntos. Los rojillos han anotado dieciséis goles y han recibido diez durante los últimos diez partidos disputados, en los que ganaron siete encuentros, empataron dos y perdieron uno.
Hace diez partidos todo se veía muy diferente en ambos equipos, y ahora se encuentran en la última jornada de la primera vuelta, con sensaciones completamente diferentes y con la necesidad de conseguir la victoria, unos para salir de la mala dinámica y otros para continuar con la buena racha.